Suculent

Dirección: Rambla del Raval, 43 - Barcelona
Teléfono: 934 436 579



Recomendaciones: Tapea y disfruta


Web: http://suculent.com/
Facebook: https://es-es.facebook.com/SuculentBCN
Twitter: [@SuculentBCNhttps://twitter.com/suculentbcn


Calidad: 4/5
Precio: 46€


Comentarios:  Buscando sitios diferentes y nuevos para una mini escapada a Barcelona, Suculent siempre estaba presente en todas las recomendaciones, y sobre todo, en alguna de las que más nos fiamos. Así que nos acercamos a comer un domingo.

Local situado en plena Rambla del Raval, en frente justo de la famosa estatua del Gato de Botero. Se divide en dos locales, Suculent y la Taberna del Suculent, misma propuesta, las dos informales, aunque la Taberna más informal y enfocada al tapeo si cabe.

Es entrar en Suculent a abrirte a un minimundo de bullicio y caos ordenado. Impresiona lo buen aprovechado que está el local, y su decoración en madera con toques modernos y muebles reciclados (los lavabos-olla son una gozada). Según entras, zona estrecha de barra donde pueden picar algo las personas que se quedaron sin mesa (reservad, se suele llenar). Una minizona con varias mesas, tanto altas como bajas, para comer. Un pasillo, y atrás se abre otro mini comedor para una comida de grupos pequeños.

Nos tocó una mesa alta, de madera, sin manteles.

Mientras nos decidíamos leyendo la carta, nos trajeron unas aceitunas.

Después de pedir, como aperitivo, nos invitan a una Ensalada Waldorf. Lleva tronco de apio, nuez, queso azul y salsa. Muy, muy rica. El toque de queso, con el dulce de la salsa y el apio queda genial.

Pedimos de entrante para compartir, Ostra a la Brasa con Panceta Ibérica y Crema de Pistacho. Buenísima. La ostra sabe a ostra, y el toque de pistacho y panceta le dan un contraste genial. Plato refrescante (tiene un toque cítrico sutil, pero presente), y para amantes de las ostras. Nos encantó.
Al ser dos personas, tuvimos que pedir dos.



Como platos pedimos Lomo de Atún Rojo a la Brasa con Emulsión de Piñones. Impresionante plato, en su punto. Genial el contraste con la emulsión de piñones. Eso sí, las raciones no son las mismas que en Asturies, y ésa sería la tónica general de la comida. Gran plato, pequeño, pero gran plato.


Rabo de Vaca Vieja Gallega con Minizanahorias y su Jugo de Chocolate. Otro gran pequeño plato. La carne buenísima, suave, se deshace, aunque el chocolate apenas se nota.


De postres pedimos, Pastel de Queso Brie a la Vainilla de Tahití i "Gellé"de Moscatell. Espectacular toque de vainilla con el toque de moscatel. El queso muy suave, con una textura mousse. Gran postre.


Higos con Mousse de Formantge de Cabra y Crema de Pistachos. Sabe mucho (quizá demasiado) al queso y a los pistachos, más que a higos. Y claro, somos tan fans de los higos, que mata un poco el postre. El romero tampoco ayuda. Rico, pero pelín decepcionante.


Para beber, pedimos vino catalán, y nos recomendaron por rcp un Massis Blanco 2013. Un vino que sabe mejor que huele, que mejora después de respirar un poco, pero que en ningún momento nos pasó del aprobado raspado. Fue lo peor de la comida con diferencia. Además, pedimos agua que nos traen en una jarra propia del restaurante muy guapa.

Buena carta de vinos, tirando de producto catalán, pero con alguna referencia clásica. La distribuyen por precios, lo que siempre es de agradecer.

Con cafés, pagamos 92€.

Buen sitio, a un precio "asequible" para ser Barcelona, con servicio rápido y atento, decoración preciosa y comida mediterránea con un toque creativo de mucha calidad.


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