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Comentarios: La marca Sidra d'Escoyeta, anteriormente conocida como Sidra de Selección, marca de calidad con sidra 100% asturiana formada por los Llagares Trabanco, Muñiz, Foncueva y Peñón, organiza la primera de las cuatro pruebas anuales de sidra para decidir qué sidra podrán sacar al mercado bajo esta marca.
Para ello, reunen en un local, en este caso Mesón El Forno, en La Pola Sieru, a un jurado de profesionales que prueban a ciegas 21 lotes, evaluando cada uno de ellos. El corte para que pueda salir al mercado como Sidra d'Escoyeta es un 7 sobre 12.
El jurado es variable, siempre presidido por Maximino Villarica, en esta ocasión lo formaron 5 personas. Y paralelamente a la mesa profesional de jurado, Sidra d'Escoyeta organizó una mesa especial para medios para evaluar en las mismas condiciones los 21 lotes de sidra.
Para ello, tuvimos una mini formación sobre los distintos aspectos a evaluar en la sidra. Y para ello contamos con Jose Manuel Riestra, Gerente de Sidra Muníz y Presidente de Sidra d'Escoyeta, que nos puso en contexto sobre la primera sidra del año.
La sidra como sabéis se elabora entre los meses de Octubre y Noviembre (incluso algún llagar acaba de mayar en Diciembre, según lo tardía que sea la cosecha de manzana). Es por ello que la sidra no está en óptimas condiciones hasta los meses de Junio, y generalmente, la mejor sidra del año se suele dar a partir de los meses de Septiembre (aunque todo esto depende de muchos factores).
Para que haya sidra todo el año, y que se mantenga una estabilidad en el sabor, los llagares suelen mezclar sidra de la cosecha anterior con la nueva, para que ésta evolucione más rápido y se pueda sacar al mercado en Abril-Mayo, adelantando 1 o 2 meses el proceso natural de la sidra.
En cambio, Sidra d'Escoyeta quiere diferenciarse de este tipo de prácticas, y no mezcla la sidra nueva con la de la cosecha anterior. Por lo que en Abril, toda su sidra está todavía tierna, aún le falta para llegar a sus condiciones óptimas. Las razones para ello es reivindicar que la sidra evoluciona e intentar mejorar la cultura sidrera del público general.
Como la sidra está tierna, incluso alguna en pleno proceso de fermentación, esta prueba de sidra es más difícil de las 4 que se realizan ya que más que valorar la sidra en sí, se debe valorar lo que sidra va a dar de sí. Y sobre todo, la ausencia de defectos en la sidra.
La prueba diferencia 3 grandes fases. El Comportamiento en Vaso, con el Color, el Espalme, Aguante y Pegue. El Aroma, que sea Franco, Limpio, Afrutado y su Intensidad; y su Sabor, que sea Limpio, su Intensidad, su Persistencia, su Equilibrio y su Retrogusto. En función de esos parámetros, se puntúa de 1 a 12 cada palo de sidra.
La prueba de sidra está supervisada por Campoastur, con Jorge García, que ejerce de notario, custodia la sidra hasta la prueba y recopila las notas de corte final.
Pudimos probar nosotros mismos, con la supervisión de Maximimo y Sabino Pérez, maestro escanciador. los palos de sidra, contrastar nuestras notas con las del jurado profesional, resolver las dudas en aquellos lotes que no coincidíamos, o indagar en las sensaciones que nos producían los que sí. Una formación basada en la práctica, muy enriquecedora y con todo el mundo muy atento a resolver nuestras dudas.
Al final, obtuvo la puntuación mínima un 80% de la sidra, nosotros no fuimos tan benevolentes.
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