Dirección: Rubianes, Cerecea - Piloña
Teléfono: 985 707 612
Calidad: 4/5
Precio: 73€
Comentarios: El Palacio de Rubianes es uno de los hoteles-restaurantes más guapos de todo Asturies, del SXVI, y que hace unos años reformaron para uso turístico. De hecho, fuimos a visitarlo en 2016.
Desde hace un tiempo, se hicieron cargo de su gestión los Hermanos Manzano, Nacho, Sandra y Esther, sobre todo, Esther con su hijo Chus; y lo primero que hicieron fue toda una declaración de intenciones, que a mí me acabó de enamorar, sustituyeron el campo de golf, muy famoso en la anterior gestión, por una huerta para utilizar en su propio restaurante.
Están en un entorno privilegiado, a los pies del Sueve, muy cerca de Villamayor, y tienen una vistas impresionantes, da igual la época del año en la que vayas. En verano y primavera, lleno de color; en la seronda/otoño, rodeado de bosques donde perderse; y en invierno, con todos los picos nevaos.
También es hotel.
Para acceder al restaurantes pasas por el salón/recepción del hotel, que es impresionante. Al fondo, se abre un espacio enorme, correspondiente al salón para comer. Y al otro extremo, una preciosa terraza con vistas.
En la parte superior, una capilla reconvertida en barra de bar y, ese día, en tele para los más pequeños. Y un hórreo precioso. Se celebran bastantes bodas allí.
Nos sentamos a comer dos personas, tienen carta y dos menús. El tradicional (55€) y el Narbasu (60€), con platos más creativos. Tanto los menús como, sobre todo, la carta, tienen precios populares.
Pedimos el Menú Tradicional, que hacía mucho que no lo tomábamos. Comenzamos con una Mantequilla Casera de Limón. Muy rica.
Y Pan de Masa Madre.
El aperitivo del día fue un Puerro con Crema de Almendra. No enamora. Poco sabor pero muy bien las distintas texturas.
Revuelto de la casa con Cebolla Confitaday Queso Cabrales sobre Tortu de Maíz. A pesar de la mala pinta, el torto estaba perfecto, pelín inflao, cierto. Pero crujía y nada grasiento. La combinación cabrales + cebolla caramelizada, es ganadora, aunque casi que lo prefería sin ella.
Croquetas. Las de siempre, las mejores. Solo por ellas, ya merece la pena la visita. Me comería 25.
Lomo de Bonito con caldo de sus espinas, Piparras, Cebolla Tierna y Aceitunas Negras. Fondo brutal, denso, con mucho sabor, le da un toque dulce, y buenos lomos de bonito. Muy rico.
Y acabamos con otro clásico de la casa, Arroz con Pitu. Muy bien, de sabor, buenos trozos de pitu, aunque pelín seco. Y buena ración además.
De postre, Tarta de Queso con Frutos Rojos y Helado de Frambuesa. De las buenas, densa y con mucho sabor.
Para beber, Sidra Brut Nature Reserva Prau Monga. De Viuda de Angelón. Es un puntazo que lo primero que encuentras en la carta de bebida es todo lo asturiano. La sidra es espectacular. 4 años para elaborar esta botella, fina, elegante, con el punto ligero de acidez de la sidra, y cuerpo, complejidad y estructura para aguantar toda la comida. Tenéis que probarla.
Pagamos 146€. A 73€ por cabeza. Un sitio precioso, con unas vistas increíbles, un salón grande, señorial. Y una cocina de primera. Carta a precios populares, y dos menús degustación. Y una terraza para estar horas y horas. Muy recomendable.





















No hay comentarios
Publicar un comentario