Vinoteo: La Regenta

"En la provincia, cuya capital era Vetusta, abundaban por todas partes montes de los que se pierden entre nubes; pues a los más arduos y elevados ascendía el Magistral, dejando atrás al más robusto andarín, al más experto montañés. Cuanto más subía más ansiaba subir; en vez de fatiga sentía fiebre que les daba vigor de acero a las piernas y aliento de fragua a los pulmones. Llegar a lo más alto era un triunfo voluptuoso para De Pas. Ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos como si fueran juguetes, imaginarse a los hombres como infusorios, ver pasar un águila o un milano, según los parajes, debajo de sus ojos, enseñándole el dorso dorado por el sol, mirar las nubes desde arriba, eran intensos placeres de su espíritu altanero que De Pas se procuraba siempre que podía. Entonces sí que en sus mejillas había fuego... "

Juanjo Cima, del Vinoteo y Las Tablas del Campillín, vuelve a sorprendernos una vez más, organizando una Ruta Gastronómica y Literaria alrededor del mundo maravilloso de La Regenta de Clarín. Para ello, contó con la ayuda de La Asociación de Libreros de Uviéu, LibrOviedo, de Xuan Ángel Moreno, que nos sirvió de guía por los escenarios descritos en la antigua Vetusta.


Comenzamos, cómo no, en la estatua dedicada a la Regenta en la Plaza de la Catedral de Uviéu. Punto donde nos reunimos unas 15 personas dispuestas a recorrer el Uviéu antiguo leyendo extractos del libro.


De ahí fuimos a la Plaza del Ayuntamiento, donde supuestamente se encontraba la casa de los Ozores. La Nueva Calle Carpio, donde la doncella Petra hace ver la infidelidad de la mujer de Quintanar.


Subimos por la Calle Oscura los edificios donde dormía Alvaro Mesía.


Y de ahí, a la Calle Mon


Paramos en Los Canónigos y bajamos hasta la Corrada del Obispu


Breve parada en el Tránsito de Santa Bárbara, con la impresionante torre de la Catedral al fondo y acabamos de nuevo en la Plaza de la Catedral.


Una gozada leer diálogos de La Regenta, en sitios tan mágicos, y con la participación de todo el grupo. Auténticamente enriquecedor.


Tras acabar la parte literaria, seguimos hacia el Vinoteo. Donde pudimos probar 3 tapas que aparecen en el libro. Y aquí el concepto "tapa" ... porque lo que ofrece Juanjo son auténticos platos a un gran nivel.


Comenzamos por una Sopa de Tortuga, que evidentemente, Juanjo tuvo que adaptar a una Sopa de Pescado. Muy, muy rica. Y con mucho fundamento. Espesa, con sabor ... Nos encantó. 

“El Marqués, antes que los demás comiesen la sopa se sirvió un gran plato de sardinas, mientras hablaba con doña Petronila del derribo de San Pedro, que a la dama le parecía ignominioso. Los convidados en tanto se entretenían con los variados, ricos y raros entremeses. ¡Ya lo sabían! estaban en confianza y había que respetar las costumbres que todos conocían. Vegallana empezaba siempre con sus sardinas; devoraba unas cuantas docenas, y en seguida se levantaba, y discretamente desaparecía del comedor. Siguiendo uso inveterado todos hicieron como que no notaban la ausencia del Marqués; y en tanto llegó y se sirvió la sopa. Cuando el amo de la casa volvió a su asiento, estaba un poco pálido y sudaba.
—¿Qué tal?—preguntó la Marquesa entre dientes, más con el gesto que con los labios.
Y su esposo contestó con una inclinación de cabeza que quería decir:
—¡Perfectamente!—y en tanto se servía un buen plato de sopa de tortuga. El Marqués ya no tenía las sardinas en el cuerpo.”



Seguimos con un Pato a la Naranja. Otro plato increíble, que ya veis que de "tapa" no tiene nada. 

—Señas... señas... ¿a que no aciertas?
—¿A que sí?...—No tires...—Pues da señas...—¡Es una cosa muy rica! ¡muy rica! ¡muy rica!
—¿Que se come?—Pues claro... siendo muy rica...—¿Dónde la hay?—La comen los señores...—Eso no vale, ¡so tísica! ¿qué sé yo lo que comen los señores?
—Pues alguna vez puede ser que la hayas visto.
—¿De qué color?—Amarilla, amarilla...—¡Naranjas, rediós!—aulló el pillastre y dio un tirón al pañuelo, preparándose a emprenderla a latigazos con sus compañeros.
—¡Que me arrancas el brazo, bruto, y que no es eso!...



Y acabamos con un Queso 3 Leches de Pría de postre con un Dulce de Melocotón de la madre de Juanjo espectacular. 


La cena era breve pero buena, platos fuertes, buen Burdeos, buena champaña; en fin, como decía el Marqués, primero mar y pimienta, después fantasía y alcohol.[...]
El ruido, las luces, la algazara, la comida excitante, el vino, el café... el ambiente, todo contribuía a embotar la voluntad, a despertar la pereza y los instintos de voluptuosidad.... Ana se creía próxima a una asfixia moral.... Encontraba a su pesar una delicia intensa en todos aquellos vulgares placeres, en aquella seducción de una cena en un baile, que para los demás era ya goce gastado.... Sentía ella más que todos juntos los efectos de aquella atmósfera envenenada de lascivia romántica y señoril, y ella era la que tenía allí que luchar contra la tentación. Había en todos sus sentidos la irritabilidad y la delicadeza de la piel nueva para el tacto. Todo le llegaba a las entrañas, todo era nuevo para ella. En el bouquet del vino, en el sabor del queso Gruyer, y en las chispas de la champaña, en el reflejo de unos ojos, hasta en el contraste del pelo negro de Ronzal y su frente pálida y morena... en todo encontraba Anita aquella noche belleza, misterioso atractivo, un valor íntimo, una expresión amorosa....



Para beber vino asturiano (por fin). Finca los Frailes de Monasterio de Corias. Tinto con uvas autóctonas asturianas y 8 meses de barrica de roble. Sabroso, con toque de madera y fresco. Gran vino que fue perfecto con toda la comida. 


Todo esto por 12€. Sí, leísteis bien. 12€. Ruta más los platos que veis en las fotos. Tenéis otra oportunidad este sábado, y las plazas están volando, así que yo de vosotros, no me lo pensaba dos veces.


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