Nobook

RESTAURANTE CERRADO

Dirección: Carrer de Provença, 310 Bis - Barcelona



Web: http://www.nobook.es/
Facebook: https://www.facebook.com/NOBOOK/
Twitter: [@nobookbarcelona] https://twitter.com/nobookbarcelona/
Instagram: [@nobookbcn] https://www.instagram.com/nobookbcn/


Calidad: 4/5
Precio: 30€


Comentarios: Uno de los locales de moda ahora mismo en Barcelona. Estética rompedora, comida callejera, propuestas arriesgadas y resultado excesivo.

A Nobook tienes que entrar con la mente abierta, con ganas de disfrutar y de saber encajar. Sin duda, uno de los objetivos del local es la abrumación, tanto visual como gastronómica. Y lo consiguen. Mientras comes, no puedes dejar de mirar a todos lados y comprobar cómo tus sentidos se sienten continuamente estimulados. Y solo por eso, ya merece la pena la visita.

Local alargado, decoración naranja, personal con monos carcelarios naranjas, cocina abierta, ausencia de postres y coctelería para acompañar la cocina. Arriesgado, pero de resultado muy efectivo. Mesas sin manteles, para grupos pequeños. Quizás bastante pegadas, aunque fui entre semana y dejé varias en medio de espacio. Trasiego continuo, aunque a pesar de ello comí muy a gusto. 

La cocina tiene amplias influencias callejeras, todo es rápido, pero elaborado, busca contrastes, tanto en la presentación como en los sabores. Ofrecen raciones y medias raciones en muchos de sus platos, lo que da pie a que pruebes cosas. Para beber, alguna cerveza básica, algún vino, pero lo que te recomiendan es dejarte llevar y combinar los platos con cócteles elaborados en la propia casa. Y así hice, y me gustó el resultado.


Comencé por un cóctel muy refrescante. Pepino Loco. Perfecto para empezar.


Para comer. Media Ración de Pop Corn. Pulpo a la brasa con Palomitas, Crema de Maíz y Huitlacoche. Explosión total de colores, presentación de 10, aunque el pulpo pelín duro. Picante (el primer cóctel voló). Geniales las salsas, genial el picante, genial la explosión de colores ... pena de pulpo.


Media Ración de Gofre. De Rabo de Buey (para que veáis que no somos los únicos en poner estas cosas), Boniato, Orégano y Yogus Keffir. Buenísimo. Me encantó la combinación del gofre con la carne, que por cierto, se deshace.


Todo muy bueno. Plato intenso con el que voló el segundo cóctel de Pepino.


Acabé con el Anticucho. De Viera a la Brasa con Puré de Tupinambo y Patata Violeta. Esta vez fue ración entera. Para empezar, impacta que vengan a la mesa con un carrito callejero y te preparen el plato allí mismo. Anticucho que te lleva a Perú, pero cambiando el corazón de vaca por la vieira. Otro plato buenísimo y picante.


Para tomarlo, me cambié de cóctel, a un Sour Brothers, con bourbon. Ya veis que la presentación genial. Toque refrescante aunque más fuerte que el anterior. Perfecto para acabar el Anticuchu y saborear la experiencia.

Como definición: el exceso, en todo. Parte visual y gastronómica. Quizás se agradecía un poco más de contención en la comida pero ... entonces el local perdería todo el encanto. Yo que tú no me lo perdía.

Pagué por todo, 51€. 


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