Teléfono: 985 136 456
Precio: 40€
Comentarios: Precioso sitio totalmente apartado. Ideal para parejas o grupos pequeños. Excelente carta de vinos. Se recomienda reservar. Mezcla de cocina de autor y casera. Te reciben uno de los 2 cocineros (son 2 hermanos) y te acompañan a la mesa. Raciones muy abundantes para el tipo de comida que es. Los entrantes se sirven emplatados.
5 comentarios
Coincido en darle un 5 al sitio en calidad. Al comer en un sitio de lujo (servicio, cocina y bodega) se le añade que el precio nunca sube mucho, y que las raciones son muy abundantes para lo que la "nueva cocina" significa. Es más, es recomendable, para una cena de 2, en vez de pedir 1 entrante y 2 platos, pedir 2 entrantes y un plato. Te lo servirán emplatado en platos diferentes. Que no falten los caramelos de morcilla ni el postre.
Quiero señalar el alto nivel de probabilidad de que a la vuelta en coche a Gijón, a la altura de la iglesia de mareo, os encontreis con un stand de la Heineken y tengais que tocar la gaita un poco.
Indicaros también que los mismos dueños (David y Victor) abrieron hace poco una vinatería en Viesques (La Maleta del loco) de la que haré un artículo porque realmente merece la pena.
2 intentos d eir y siempre completo...a la tercera irá la vencida.
Hay otras 4 personas más que me lo han recomendado.
Segunda visita a La Tabla, y esta vez ya con la "filosofía fartons" en la cabeza, ojo avizor a cualquier desliz, atento a cualquier cosa reseñable que pudiera bajar mi puntuación y especialmente pejiguero con el paladar y el trato.
Y me reitero, sigue siendo un 5 de 5.
Fuimos 2 personas, de entrada nos pedimos los ya famosos Caramelos de morcilla en jarabe de vino tinto, que se sirven emplatados, es decir, la ración dividida en 2 platos (4 por persona, lo cual es una buena ración), y son ESPECTACULARES.
Después, sin seguir el consejo de Juan Barrio, nos pedimos 2 platos: Solomillo de ternera con foie y boletus al moscatel y el Crujiente de jabalí y boroña, con su jugo y crema de castañas.
Raciones muy abundantes y con un sabor impresionante.
De postre pedimos un Brownie de chocolate con turrón, mandarina y fruta de la pasión [omitiré comentarios sobre si sus resultados son ciertos o no] y un flan de turrón con maracuyá y helado de turrón.
Todo más un buen Ribera nos salió por 100€, teniendo en cuenta que el vino ya fueron casi 40€, podeis ver que no sale nada caro para lo que es.
Totalmente recomendable. Eso sí, no beber, no solo por la receta del "stand de la Heineken" sino porque la carretera pa llegar es más propia de un tramo de Luisja.
A la tercera...lo conseguí. Mi primera visita a La Tabla.
Coindido con Juan y David, la puntuación de 5 de 5 está hecha para sitios como éste.
Comenzando por el emplazamiento, es inmejorable. En pleno monte, verde, con vistas al valle, apartado, tranquilo. Antigua cuadra renovada con gusto exquisito. Clásica modernidad.
La atención exquisita. Amabilidad justa sin llegar a la pesadez. Perfecta explicación de cada plato. Pendientes de las copas sin agobiar, algo que ocurre a menudo en mesas de alto precio pero poca sensibilidad. Los dueños siempre se pasean preguntado si todo está correcto.
Y lo más importante. La comida. De diez. Perfecto para compartir primeros o segundos.
Tras elegir los platos, ofrecen una selección de distintos panes de los que escoger dos variedades para comenzar de entre: Pan de queso, de nueces y pasas, de maíz y otro que no recuerdo.
Mientras se espera por los primeros ofrecieron una crema de patata con balsámico y no sé qué. Buen comienzo.
Para 6 personas pedimos con 4 primeros de los que nos sugirieron servir ración y media para mejor reparto. Como ya se comentó por aquí, emplatan para cada persona. Algo que parece una tontería, pero algo en lo que se toman su tiempo y cuidado preparando cada presentación. A tener en cuenta. Nos evita el estar sirviéndose unos a otros mientras se enfría la comida, destrozar las presentaciones, tirar comida por el mantel.
Pues bien, a cada plato, retirada de cubiertos y nuevo primero emplatado.
Lo primero fue una "Ensalada de ventresca con queso de cabra y kikos". Perfecta.
Las croquetas caseras, espectaculares. Crujientes por fuera, cremosas por dentro, sabor caserísimo.
Un "Pulpo a la brasa con escalibada , crema de ratt y compota de chorizo" riquísimo.
Y los imperdonables "Caramelos de morcilla en jarabe de vino tinto" que habían recomendado por aquí.
Primeros abundantes. Quizás fueron demasiados. Pero buena forma de probar muchos de los platos.
De segundo cada cual escogió el suyo.
Yo probé un cerdo con una salsa de frutos del bosqué que estaba perfecto.
También me atreví con el "Solomillo de ternera con foie y boletus al moscatel", espectacular.
De los pescados sólo se hablaba bien.
Y, aún con la fartura que teníamos, a la hora del postre había dudas sobre qué probar.
Ya habíamos pedido 2 Coulants de chocolate que había que pedir antes de comenzar a comer porque requieren tiempo de preparación.
Además probé un Tiramisú riquísimo.
Con los cafés pusieron unos vasos de chipito con crema de queso, algo de fruta y galleta machacada.
Total, 50 euros por persona con una botella de blanco de rueda y agua.
No es que sea barato, pero la relación calidad/precio es inmejorable. Quizás nos pasamos con la cantidad. 2 primeros de ración y media hubieran sido suficientes.
Pero viendo la carta apetece todo y es difícil elegir...
En resumen creo que, junto a los 3 caracoles, puede ser el mejor sitio de Asturias en el que haya comido. Y no sólo por la comida: El lugar, el restaurante, el trato...
Es un gran sitio. Yo tambien le doy un 5.
Comida perfecta, trato exquisito y un emplazamiento ideal (a pesar de la carretera).
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