Teléfono: 985 922 263
Recomendaciones: Pitu con arroz
Facebook: https://es-la.facebook.com/pages/El-Molin-de-Mingo
Calidad: 4/5
Precio: 30€
Comentarios: Cuando te llama por teléfono Juan Luis García, sumiller de Casa Marcial, y te dice que prepares el 4x4 para llegar al Molín de Mingo, sabes que la cosa pinta bien; pero cuando llegas al precioso pueblo de Peruyes, y ves que la carretera se convierte en caleya, que la caleya acaba en caleyu y que al final se abre un valle pequeño con un conjunto de casas, entonces ya te quedas con la boca abierta.
Recomendaciones: Pitu con arroz
Calidad: 4/5
Precio: 30€
Comentarios: Cuando te llama por teléfono Juan Luis García, sumiller de Casa Marcial, y te dice que prepares el 4x4 para llegar al Molín de Mingo, sabes que la cosa pinta bien; pero cuando llegas al precioso pueblo de Peruyes, y ves que la carretera se convierte en caleya, que la caleya acaba en caleyu y que al final se abre un valle pequeño con un conjunto de casas, entonces ya te quedas con la boca abierta.
Molín de Mingo es un antiguo molín asturiano rehabilitado, con río al lao (por supuesto). El conjunto lo forman un par de casas y un horru. Y todo con unas vistas preciosas. Si además acompaña el día y podéis comer fuera (o tomar el café), entonces la experiencia se convierte simplemente en perfecta.
Es un espacio abierto, con zona para que los crios jueguen, con pitos de caleya, burros, cabras ..., y sin cobertura. Ideal para relajarse.
Su cocina es casera, no esperéis alardes de creatividad; pero sí producto de primera, casero, y muy bien ejecutado. ¡Ah!, y en la carta no hay pescao. Es un sitio para amantes de la buena carne, asi que quedáis avisaos.
Comenzamos tomando unes botellines de sidra en la zona del horréo.
Y continuamos la comida en la zona habilitada que tienen debajo del horréo, un sitio decorado en piedra y madera, precioso, mucho más informal que el salón del edificio principal. Destacar que toda la decoración del conjunto está cuidadísima hasta el último detalle. Mesas amplias y cómodas para sentirte a gusto, y atención muy cuidada, a pesar del lleno del local.
De entrante nos trajeron una Crema de Gamonéu, muy suave, casi más para comer en cuchara que para untar, con un toque de aceite. Está muy rica, aunque apenas le notemos el punto de Gamonéu. Para mojar con el pan, perfecta. Además nos traen un pan tostado acompañarlo. Por cierto, una ración enorme.
Seguimos con unos Tortos de Maíz Variados. Mini tortos variados, de emberzáu, picadillo, huevo con bacon, compota de manzana y bacalao. A destacar los tortos, muy ligeros y nada grasientos. Y el contenido, quitando el que picadillo era "suavín", gustó a cada cuál más. Genial el bacalao, que nunca lo probáramos con tortos.
Dos raciones de Croquetas, de Jamón y de Compangu. Caseras, y muy ricas. Los dos tipos. con una bechamel finísima que se deshacía y un sabor impresionante.
De platos principales pedimos,
Pitu con Arroz. Sí, pitu con arroz y no arroz con pitu. Enormes cachos de pitu caleya, del oscuro, del que sabe. Y el arroz no se queda atrás, nada que envidiar al famoso arroz de Casa Marcial, en serio, nada que envidiar. En su punto todo. Pedimos 4 raciones para 5 personas y sobró. Son raciones enormes. Además, el arroz está perfecto desde el primer minuto hasta que acabamos la ración, y el toque que le da la carne es perfecto. Buenísimo.
En la mesa, también pidieron un Platu Típicu. tortu, huevo, picadillo y patatas. Poco más que añadir a esta bomba casera que estaba buenísima. Eso sí, no hubo quien lo acabara. Enorme.
Y Presa Ibérica. También acompañada de unas patatas de las de "verdad" y con unos trozos de carne buenísimos de calidad excelente.
A los postres no nos animamos. No nos entraba más. Así que salimos fuera, que el día invitaba y nos fuimos al sol a tomar los cafés y algún chupito.
Para beber, carta pequeña pero con toques de calidad (se nota la mano de Juan Luis). Nos decidimos por un Pésico Blanco, excelente como siempre, y comportándose genial con el arroz. Vino blanco asturiano buenísimo. Eso sí, a 30€ la botella ... bastante caro.
Al final, salimos a 40€ por persona, pero solo 20€ lo pagamos en vino. Con otro con un precio más ajustado, relajaría el precio.
Un sitio maravilloso para perderse y disfrutar de su comida casera y de la zona. Eso sí, imprescindible reservar. Se suele llenar. ¿A mejorar? La carta viene sin IVA y la sidra estaba caliente. Allí no hay cobertura, así que olvidaos de pagar con tarjeta.
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