Farturruta De Sellañu al Colláu de Semeldón comiendo en Casa Ricardo


Dirección: Sellañu- Ponga
Teléfono: 985 843 253


Calidad: 3/5
Precio: 14€



Pela baxada a Sellañu, dibes dexando la vida. Pendirriba, pendibaxo, goxes, macones y paxos de Cazu pa les Arriondes. Pela baxada a Sellañu, nun requexu, Ponga entero. Pendirriba, pendibaxo, el to saber na to fala y un fardaxáu de llamentos.
Cuando una de tus canciones favoritas, te lleva a iniciar una Farturruta. En 2003, Felpeyu sacó el disco Yá!, maravilloso que incluía la canción La Pongueta, un homenaje a la lengua asturiana a través de la vida de la madre y de la abuela de Ruma Barbero, autor y componente del grupo.


Tras tantos años nos acercamos a la zona a recorrer este antiguo trazado ferroviario del primer tercio del SXX, que transportaba la madera desde los montes de Ponga hasta el pueblo de Sellañu. Se trata de una Farturruta de unos 9kms, siempre siguiendo el Río Samedón o Vallemoru. Son unas 4h de tiempo, con alguna subida en repecho, y con la dificultad añadida de una zona argayada que nos hizo buscar un camino alternativo. Mejor hacerla en meses de verano porque la crecida del rio puede inundar parte del camino y hacerla imposible.

La ruta es circular. Sales de Sellañu, vas al Colláu de Semeldón, y a la vuelta te desvías al pueblo de Ambingue, después Cazu y vuelta a Sellañu. Nosotros nos ahorramos la parte de Ambingue y Cazu (que los visitamos después en coche), porque, aparte de ahorrarnos una buena subida hasta Ambingue, son tramos de carretera que, aparte de ver el pueblo, no aportan mucho.


Comenzamos en Sellañu, al principio del pueblo. Hay una desviación en la propia carretera general con el inicio marcado de la ruta. Está bien señalizada en todo momento.


Con su cartel correspondiente.


La primera parte es una paseo muy fácil hasta encontrar el primer puente de hormigón que cruza un pequeño arroyo y conocido como puente de Pumazaneu.


Una vez atravesao, podéis seguir de frente o, saltando la valla, cruza el prao donde todavía se nota la traza del ferrocarril. Nosotros a la ida seguimos de frente y va a dar el mismo sitio. Mejor saltad la valla y así os evitáis el repecho de subida. 


Castaños, avellanos, hayas y robles nos acompañan casi todo el camino. 


Después de subir un repecho, aparece de repente el puente Sota de Candamu. Hay que estar un poco atento para verlo. 


Para bajar hay una barandilla de ayuda y el puente está recientemente reformado. 


Subimos un repechín y continuamos por la vía del ferrocarrill excavada en la roca. Es espectacular. 


Al poco, encontramos la bifurcación de la que os hablamos al principio.


Continuamos recto.


Todavía quedan antiguos corros al lao de ablanos (avellanos) enormes para recoger las preciadas ablanas. 


Recuerdos de otras épocas. 


La senda transcurre paralela al río, y sigue ganando en espectacularidad. Hay que tener cuidao porque es una zona húmeda, aunque ya veis que cuando fuimos nosotros (verano) apenas bajaba agua, pero alguna foto que vi, el río baja con bastante más caudal. 


Y encuentras maravillas así. 


Encontramos el último puente. 


Nos descolgamos por las escaleras. 


Y comienza la parte en la que hay que tener más cuidao. 


Un argayu debió derrumbar parte del camino y cuesta encontrar un poco la senda. Tranquilos, a la altura del arroyo Dornín es donde os tenéis que desviar. La idea es ganar altura para ir al Colláu de Semeldón. Se encuentra paso fácil.


Solo nos queda apenas 1km para llegar al Colláu. 


El primer tramo tiene un repecho curioso, aunque es una de las partes más espectaculares de la ruta. Un bosque de ensueño lleno de robles, fresnos, avellanos, castaños... 


Y poco a poco se van abriendo las vistas impresionantes que nos ofrece Ponga. 


La pendiente se suaviza, y seguimos atravesando bosques de ensueño. 


Por fin llegamos al Colláu de Semeldón. Allí nos esperan los restos de la última cabaña que queda en pie. 


Y unas vistas increíbles a todo el valle del Semeldón. Ponga es increíble. 


Tras la parada para recargar pilas con esas vistas, queda la vuelta. Por el mismo camino. Como os comenté, si vais con tiempo, en el desvío, podéis subir a Ambingue. De ahí a Cazu por carretera, y de Cazu bajar a Sellañu. Nosotros volvimos por el camino de ida, y fuimos a visitar Ambingue y Cazu en coche después de comer. 


Para comer nos fuimos a Casa Ricardo, en el mismo Sellañu. Podéis ir caminando o dejar el coche en el aparcamiento que tienen justo al lao del Hotel/Restaurante. 


Las habitaciones nos las conozco, pero como sean igual de guapas que bien cocinan, pinta muy bien. Las vistas desde la terraza, tampoco se quedan atrás. 


Dentro, barra que separa la zona del comedor de la zona del hotel. 


El comedor es amplio, con amplias cristaleras y techo con vigas de madera. 


Para comer, pedimos el menú. Nos recomendaron encarecidamente la fabada y el cabritu. 


Nos traen de entrante queso y chorizu casero. 


De primero… Fabada


Maravillosa. Faba de buena calidad, que se deshace en la boca. Y el compangu es de los buenos, con un toque picantín. Muy, muy buena. 


De segundo, Jabalí. Con patatas fritas y pimientos. Muy bueno. Parte solo. 


Y Cabritu. Maravilloso.  De los mejores que recuerdo. Con sabor, tierno, ración enorme. Genial. 


Pan muy bueno. 


Para los postres, todo casero. Pedimos Tarta de la Güela. Muy rica. 


Y Tarta de Queso. Rica. 


Para beber, agua y una copa de tinto. Tienen sidra, pero no la echan dentro del comedor. Pagamos por todo 27€, las dos personas, con café. A 14€ por cabeza. Impagable. 


En el mismo Sellañu, tenéis el Llagar-Chigre Cañón. Visita indispensable. 


Llagar muy pequeño, y que Paulino te enseñará muy amablemente. 


Después de comer, nos acercamos a Ambingue y Cazu. Son dos preciosidades de pueblos. Bien conservados además. En Cazu, tienen una torre medieval del SXII, aunque sus orígenes son del SV o VI, donde la leyenda dice que vivió la hija de Pelayo. Fue incluso cárcel y hoy se encuentra en un estado bastante lamentable. Justo al lao, un enorme hórreo con 9 pegollos.


A la vuelta, paramos en Cirieñu, un pueblín precioso, lleno de casonas y hórreos. 


Y con vistas así. 


Donde además se encuentra la Quesería La Collada, de las pocas que quedan elaborando Quesu de Los Beyos. Así que hubo parada técnica para reponer existencias. Organizan visitas guiadas, además, donde te explican cómo se elaboran sus quesos. El de 3 leches es excepcional. 


Puentes, bosques mágicos, vistas al paraíso, torres con leyendas, microllagares, queserías,  y fabada y cabritu memorables. Espero que os guste la Farturruta de hoy. 


1 comentario

Pacho Pérez Suárez dijo...

Y si pides un cachopo te ponen uno de casi un metro cuadrado.