El Ovetense

Dirección: C/ San Juán, 6 - Uviéu
Teléfono: 985 220 840


Webhttp://hotelovetense.es/


Calidad: 4/5
Precio: 30€


Comentarios: Uno de los sitios más icónicos de Uviéu, una sidrería clásica situada en pleno centro, a dos pasos de la catedral, y con una amplia terraza en una calle peatonal de mucho tránsito. 

Hotel-Restaurante, que abrió sus puertas en 1959, y en el que siguen al mando las hijas de Serafín García. Seguramente no haya asturiano que alguna vez no comió y tomó una botellina de sidra en el Ovetense, lugar donde se encuentran personas de más edad, jóvenes antes de salir de fiesta y turistas, muchos turistas. El local mantiene su esencia maravillosa de chigre de siempre, con buena sidra y bien echada. 

En el piso superior tiene un amplio comedor, más clásico, donde nos sentamos a comer 7 personas. Pedimos todo para compartir al centro dejándonos guiar por Miguel Llano, cliente VIP del Ovetense. 


Comenzamos por Gambón al Ajillo. Maravilla. 


Jamón Asado al Estilo Serafín. Otro clásico de la casa. Brutal. Y qué salsa. 


Albóndigas Caseras. Salsa para morir, acabamos con el pan. Las albóndigas, perfectas. 


Pollo al Ajillo. Quizá su plato más conocido. Perfecto. Para comer con las manos y disfrutar de la vida. 


Y acabamos con Chuletón de Ternera Asturiana Troceao con Ajos y Pimientos. Muy buena carne, y hecha perfecta. Ya veis que todos los platos van bien de patatas. 


Lo acompañamos con Ensalada


De postre, pedimos Tocinillo de Cielo de Gráu y Tarta Helada al Whisky. No los probé, el tocinillo comentaron que genial. 


Helao de Turrón de Diego Verdú. Espectacular, como siempre. 


Milhojas. Maravilloso. Un indispensable de la casa. 


Y un Carbayón. No podía faltar. 


Para beber, Gran Colegiata Crianza 2016. En el comedor de arriba, la sidra no te la echan, así que no la tomamos. Y no tienen vino asturiano. Mi recomendación es que reservéis mesa abajo, y que comáis con sidra. 

Con cafés y alguna que otra copa, pagamos 216€, entre 7 personas. Salimos a unos 30€ por cabeza. Lugar maravilloso, todo un orgullo comprobar como una cocina, a priori, sencilla, puede emocionarte tanto. Ojalá dure toda la vida. 


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