Dirección: C/ Estación, 27 - Avilés
Precio: 38€
Comentarios: Me dio mucha pena cuando cerró Pásame la Sal, un local que vino a traer aire fresco a Avilés, con la cocina desenfadada, muy informal y con un toque gamberro de Luis. El local era precioso y estaba muy bien ubicao, pero bueno, ya sabéis, cuando uno no decide solo en su negocio, está expuesto a que pasen estas cosas.
Lo bueno es que Luis y Bea tenían un as en la manga, y que iniciaron nueva aventura en el barrio de Sabugo en solitario, los dos solos, mano a mano. Luis en cocina y Bea en sala. En el local del primer Yume. La misma filosofía que le conocí en Pásame la Sal y en Latiza, pero con mucha más madurez y tomando sus propias decisiones. Se nota el buen rollo nada más entrar.
Lo bueno es que Luis y Bea tenían un as en la manga, y que iniciaron nueva aventura en el barrio de Sabugo en solitario, los dos solos, mano a mano. Luis en cocina y Bea en sala. En el local del primer Yume. La misma filosofía que le conocí en Pásame la Sal y en Latiza, pero con mucha más madurez y tomando sus propias decisiones. Se nota el buen rollo nada más entrar.
Local estrecho y alargao, pero con suficiente espacio entre las mesas para que no moleste. Mesas para 4, aunque al fondo hay la opción de una mesa más grande. Cocina pensaba para compartir al centro y disfrutar. Al fondo, Luis solo en la cocina. Y Bea de aquí para allá con una sonrisa en la boca.
Nos sentamos 3 personas a cenar. Comenzamos por un clásico de la casa, la Mantequilla Maitre d’hotel. Va combinando distintos sabores, pero que no falte el toque de perejil y de limón.
Además, con su propio pan, que es una maravilla.
Rebozuelo con Mantequilla e Hinojo y Sabayón de Albaricoque. La mantequilla, el hinojo y la salsa dulce de albaricoque eran lo suficientemente sutiles como para no matar el plato. Así que todo perfecto, muy equilibrado. Juego de texturas y mezcla de sabores.
Fuera de carta tenía Cebollas Rellenas de Setas Shiitake, Jugo de Llámpares y Salsa de Cebolla. Venimos de la cuenca minera, tierra de cebolles rellenes por excelencia, y nos decidimos a probarlas porque nos chocaba muchísimo el jugo de llámpares. Y es sutil, aporta, y queda genial. Nos gustaron mucho.
Otro fuera de carta, tenía Zanahorias Braseadas con Salsa de Yogur y Cilantro. Salsa de sus pieles con miel y limón. Tienen toque picante, y a curry. La avellana aporta el crujiente, pero la zanahoria también está al dente. Nos gustaron.
Acabamos con Mollejas de Ternera en Salsa de Queso Comté y Guindillas. La salsa es de Comté de 24 meses, y está brutal. Mollejas perfectas y la guindilla aportando bien de picante.
A los postres no llegamos. Para beber, 1947, de Sidra Viuda de Angelón. Sidra natural, pero filtrada y estabilizada, con paso de 4 meses por barrica de roble. Sabor y olor intenso a sidra. Es una auténtica maravilla. Sin gas.
Nos gustó mucho L'Alma, desde el nombre, pasando por la decoración, la ubicación, la atención y, sobre todo, la cocina. Gran sitio. Y además, está al lao del Cabanón, qué más se puede pedir!
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