Teléfono: 985 492 431
Calidad: 4/5
Precio: 30€
Siempre me gusta matizar que los romanos no vinieron a construir ningún camino, porque antes de las calzadas romanas, y mucho antes de los caminos reales, ya estaban las vías pecuarias, es decir, los pasos del ganao en trashumancia.
Una zona que tiene muchísimo por descubrir y que está reescribiendo la historia de Asturies, por la importancia de los campamentos romanos allí asentados que demuestran que la resistencia y organización de las tropas ástures, fueron mucho más importantes de lo que nos hicieron creer. Unas excavaciones que, por cierto, llevan más de 5 años paradas ante la dejadez habitual de la administración asturiana.
La Farturruta son 12kms, casi todo por pista ancha sin dificultad ninguna. Tiene unos 650m de desnivel, que la hace un poco más dura de lo habitual, y tardamos en hacerla completa sobre 4h y media. El Picu Ranero está a 1086m.
Salimos de Carabanzo, muy famoso por el Festival Astur-Romano, con recreación incluso de una batalla, y que tristemente no se recuperó desde la pandemia. Aparcamos el coche en el Palacio de los Faes de Miranda, del SXVI, en ruina y peligro de derrumbamiento por la dejadez de los mismos que os comenté antes.
En Carabanzo también vamos a comer, así que no hace falta que mováis el coche a la vuelta. Atravesamos la Iglesia de San Román, ahí también tenéis un buen aparcamiento.
Vamos subiendo por pista asfaltada dejando atrás las últimas casas del pueblo. En todo momento la pista está señalizada con carteles o marcas.
Empezamos a ganar altura y ya empiezan las vistas.
Pasamos una revuelta, y encontramos un indicador.
Nosotros pa la Carisa.
Una pista preciosa entre castaños. Muy llevadera.
En el desvío, a la derecha. Es una zona que parece argayada, y que debió tener en su momento un indicador.
Vamos en la dirección correcta, porque al poco encontramos un cartel. Nosotros seguimos por la Vía Carisa. El desvío a la Virgen de la Asunción da a una balconada preciosa a todo el valle del Caudal, con un monumento a la virgen y un pequeño altar en una antigua bocamina.
La subida es muy llevadera, por números puede imponer, pero se hace fácil. Las vistas ayudan, en la foto, parecía el Pico Ranero, pero no, es el Sopena. El Ranero todavía no se ve.
Tras una bajadina, llegamos a Les Cruces, que como bien indica el nombre. Uno sube de Caborana de Ayer, el nuestro que viene de Carabanzo, y los dos van hacia la derecha, siguiendo la Via Carisa.
Zona de cruces, y zona de vistas guapas. El Aramu.
Continuamos camino, pista sin mucho desnivel, cómoda y con buenas vistas.
Incluso vecinos.
Al otro lao, la vista no se queda atrás, el Valle de Ayer.
Encontramos otro desvío. Nosotros hacia arriba.
La zona, tras los últimos incendios, comienza a recuperarse.
Encontramos un mirador, con banco incluido.
La vista, a pesar de la bruma, nos deja ver todo el valle. En primer término, también la zona incendiada.
Seguimos. Nos volvemos a desviar siempre hacia arriba. ¿Veis las antenas del fondo? Pues ahí está el Pico Ranero. Ya queda poco.
Morea se ve ya claramente.
La antena del Pico ya se ve mucho más cerca.
Llegamos a una Propiedad Privada, a lo que se conoce como el Prau la Vieya. Cerrao. Y la duda de si tenemos que bordearla por la derecha o por la izquierda. El propio cartel nos indica que por la izquierda.
Así que vamos bordeando la finca. El camino es claro, pero en ese punto ya abandonamos la pista.
En este punto tenemos vistas a 3 conceyos: Ayer, Mieres y Ḷḷena. En la foto, la Pola Ḷḷena con las Ubinas al fondo. Espectacular.
Nos queda una última subidina hasta coronar el pico. Ya veis que por camino ancho, sin peligro ninguno.
Llegamos por fin.
Tiene incluso un belén de cumbres.
Desde allí, un 360º espectacular, Ḷḷena y Ubinas.
El Gamoniteiru.
Y Mieres y Ayer.
Desde allí solo nos queda bajar por el mismo camino de subida, y volver a Carabanzo.
La Via Carisa, en este caso ya hablaremos del restaurante, es precioso. Una casona de piedra de dos plantas, con una buena terraza exterior, con unas vistas que no son las del Picu Ranero, pero que tampoco están nada mal.
Según entras, zona de barra. Y mesas bajas para comer. Todo en madera y piedra.
Y en el piso de arriba, comedor. Precioso. Ventanales imitando el estilo de arte asturiano.
Y luz, mucha luz gracias a estos otros ventanales, de arte más moderno. El sitio es una maravilla. Pero la comida no se queda atrás.
Fuimos de fin de semana, y pedimos el menú. Tienen muchísimas opciones a elegir, tranquilamente 6 primeros y 6 segundos. Pedimos como siempre 2 primeros y 2 segundos para probar un poco de todo. Comenzamos con el Pote. Espectacular. Caldo muy gordo, buena faba. Y compangu de primera.
Cebolles Rellenes de Bonitu. Bien, pero sin llegar al nivel de la otra cuenca. La salsa muy rica.
De segundo, Cordero al Horno. Muy rico, jugoso, con muy buena salsa. Patatas panaderas y pimientos.
Y Picantón. O sea, un pollo pequeño. Con salsa de naranja. Muy rico.
De postre, Mousse de Limón. Rico.
Para beber, Agua y un par de copas de vino tinto. Tienen buena carta de vinos pero no tienen ninguna opción asturiana. Tienen sidra natural, aunque dentro no se puede escanciar.
Pagamos 60€ en total. 30€ por cabeza. Sitio precioso, con buena comida, pena de la bebida.
Una Farturruta para disfrutar de las vistas y de la historia. Es mucho más llevadera de lo que los 700m de desnivel iniciales indican.
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