La Bicicleta

Dirección: Hoznayo - Cantabria
Teléfono: 636 296 970


Web: https://labicicletahoznayo.com/
Instagram: [@labicicletarest] https://www.instagram.com/labicicletarest


Calidad: 5/5
Precio: 86€


Comentarios: Maravilloso descubrimiento en Hoznayo, en la vecina Cantabria. Una Estrella Michelín, en una casona del SXVIII preciosa, que forma parte incluso del menú. La Bicicleta reúne todos los estereotipos de un Estrella Michelín: tienen menús degustación y te hacen un paseo por sus instalaciones comiendo en distintas partes de la casa; pero también te da la opción de hacer una comida de carta normal, y entre semana transforma su elegante comedor de la planta superior en una pizzcleta, donde puedes comer deliciosa pizza casera.


El sitio es una preciosidad. Tiene aparcamiento propio. Según entras, terraza. Dentro, zona de barra, con banquetas, un amplio comedor, y muchos recovecos que no puedes dejar de investigar. 


Nos sientan en una amplia galería con vistas al jardín interior. Nos traen la carta y la carta de vinos, mientras nos traen unos aperitivos. 


No teníamos el cuerpo pa muchos trotes, así que nos decidimos por un híbrido, los aperitivos del menú degustación, y un principal a elegir. Es el menú Subida a Lunada. Y cuesta 65€ (me avisan que este 2024 lo subieron a 75€). 


Comenzamos con un Caldo de verduras aromáticas de nuestra huerta. Lleva trompeta de la muerte, romero y unas gotas de cardamomo. Perfecto para entonar, que estaba el día con frío y lluvia. 


"Bloody Mary". Tomate pasificado, apio encurtido y bergamota.  Menta. Vodka, un toque cítrico. Explota en la boca. Buenísimo. 


Tatín de Hortalizas de nuestra huerta, áspic de Puerro. El hojaldre está brutal. Por encima lleva puerro

 

Salimos de la galería y nos dan un paseo alrededor de la casa contándonos su historia. 


Nos llevan a conocer su huerta y nos explican su filosofía de utilizar los mayores recursos posibles de la zona, y los que no existen, cultivarlos en su propia huerta. Allí mismo, nos tenían preparao un Merengue de Brocoli, Pastel de Cebolla y Alcaparra Frita


Tras rodear el restaurante, volvemos a entrar por la entrada principal, y nos sitúan en los taburetes altos de cara a la cocina. La idea es simular la barra clásica de bar que tuvieron siempre en la Bicicleta antes de la reforma y comer sus clásicos reinterpretados. 


Allí probamos el vino que pedimos, Perlarena 2022. Rosado DO Toro. Por cierto, en carta tienen vino asturiano, en Hoznayo, y aquí muchos restaurantes sin ellos. Fresco y aromático, nos gustó. 


Allí mismo nos prepararon la siguiente tanda de aperitivos, comenzamos por La Gilda. Anchoa, aceituna y piparra. Una reinterpretación de la clásica gilda que siempre ofrecieron en su barra. Un toque de aceite de oliva, para tomar de bocao, pura intensidad en la boca, incluso con un toque picante. 


Seguimos con Patata Suflé Rellena y Tartar de Atún Rojo. Otra reinterpretación, en esta ocasión de una tortilla de bonito. Sabe mucho a tortilla, aunque la apariencia no lo parezca. Por encima, lleva escamas de Katsuobushi, que se mueven con el calor. Toque crujiente, muy bueno.


Bocadillo de Rabas, Crema de Ajo y Cebolla Frita. Otra reinterpretación, de una bocadillo de calamares.  Lleva jugo de calamar. Una especie de buñuelo con crujiente de la cebolla coronando. Muy rico. 


Queso, Polvo de Aceite, Ajo Negro y Praliné de Frutos Secos. Esfera de queso curao, con pipas de girasol saladas, aceite en polvo, ajo crujiente. Un juego de texturas genial. 


Erizo de Mar con Escabeche de Jengibre y Jalapeños. Un oriciu en Hoznayo, y les preguntamos y nos dijeron que sí que había tradición de comerlos. Lleva leche de tigre, limón, aguacate, gominola de escabeche de jengibre. Tiene acidez, pica. Intenso. Nos encantó. 


Brioche relleno de Gamba Alistada, Holandesa y Gambas. Toque dulzón. Muy bueno.


Desde allí, nos pasaron a la mesa, para tomar los principales del menú. 


Nos prepararon una Mantequilla casera. Le añaden un poco de alga codium y sal. Muy rica. 


Acompañada de una Pan Dulce Brioche, con orégano, tomillo y romero. 


También nos trajeron una selección de panes elaborados en la propia casa. 


Nos trajeron los platos principales, Taco de Vaca Madurada, las Primeras Alcachofas y Crujiente de Patata. Una especie de ñeru con los dados de carne y trozos de alcachofa. La carne, buenísima. 


Y Carrillera Estofada, Crema de Apionabo y Calabaza Confitada Boletus. Genial. 


Pasamos a los postres, Tarta de Manzana, Tofe de Oporto y Helado de Avellana. El hojaldre genial. Nos gustó mucho, y eso que yo no soy mucho de postres de manzana. 


Con los cafés nos trajeron de acompañamiento un agua infusionada con jengibre, 


nos trajeron una Mousse de Chocolate, Maíz Tostado y Glanduja (una pasta de chocolate que contiene un 30% de avellana). Muy bueno. 


Unos Macaron de Caléndula y Manzanilla. Geniales. 


Y unas Pastas de Mantequilla de la Güela


El menú costaba 65€, más vino, agua ... Salimos a 86€ por cabeza. Gran descubrimiento, atención perfecta, el sitio precioso, y la comida buenísima. Además, aparte de la prestación y la puesta en escena, que está muy cuidada, todos los platos tienen mucho sabor, y, tienen un plus de proximidad que les da más valor. Queda pendiente ir a conocer su menú largo de degustación, pero está opción nipatinipami de mezclar menú y carta, me gustó mucho. Y el precio genial. 



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