Farturruta de Canzana al Picu la Vara comiendo nel Pintu

Dirección: Calle de la Libertad, 11 - La Pola Llaviana
Teléfono: 984 045 505

Web: https://pintullaviana.com/
Facebook: https://www.facebook.com/El-pintu

Instagram: [@el_pintu_laviana] https://www.instagram.com/el_pintu_laviana/

Calidad: 4/5

Precio: 50€

Comentarios: Farturruta por Llaviana, por uno de sus "senderos del carbón", pensados para hacer en bicicleta, por lo que la mayor parte de la ruta es por una pista cómoda con unas vistas preciosas sobre todo el valle de Llaviana y Redes. 

La Farturruta son 11kms, con 600m de desnivel, y tardamos sobre 4h en hacerla. Tiene algún repecho un poco más duro, pero se hace muy llevadera. Vamos a subir al Picu La Vara, que "solo" tiene 948m de altitud, pero tiene unas vistas que merecen  la pena su subida. 

Salimos del pueblo de Canzana, un pueblo muy guapo por el que merece la pena darse un paseo. Tienes una buena plaza donde aparcar, y cerca de ella, varias zonas donde dejar el coche sin molestar. 

Y en la misma plaza, una fuente para cargar la cantimplora. 

Los senderos del carbón tienen sus propias marcas, que son de este tipo. De todos modos, la ruta no tiene ninguna pérdida posible si seguís mis indicaciones. 

Tras un paseo por Canzana, comenzamos la ruta. 

Y abandonamos las últimas casas del pueblo. 

La mayor parte de la subida es con el paisaje abierto, pero nada más empezar tenemos que cruzar este pasadizo tan guapo. 

Y en seguida se abren praos con cabañas y ganao a ambos laos. Todo muy humanizao, muy cuidao. 

Como veis, todo indicao.

Pasamos por un práu con una verja que pone "El Carreteru de Campa", en frente de un depósito de agua. 

Pasamos por otra finca con nombre, El Montón de la Piedra. 

Las vistas vas en aumento según vamos subiendo. Peña Mea nos lo tapan las nubes. 

Y si miramos hacia atrás, vemos con claridad Llaviana. 

Tras los primeros repechos más fuertes, la subida se hace muy llevadera. 

Incluso cuando pasamos a camino de tierra, aunque ya veis que en perfecto estado, nos da un pequeño respiro y llanea. 

Llegamos a la Campa Corián, el pueblo que veis a la izquierda son Les Bories, famoso por la canción de Nuberu de El Chamiceru, "teo una moza enriba Les Bories con una de vaques que faen cabaná". 

Cuando llegamos a la Campa, vemos un cartel en bastante mal estado que no deja muy claro por dónde seguir. 

Debemos dejar la casa a la izquierda. 

Volvemos a la pista. Ya os dije que era un circuito para bicis, así que os podéis encontrar con alguna. Al fondo, El Picu la Vara y a su derecha La Tazá. Nosotros vamos al primero. 

Y de la que vamos avanzando, vemos Llaviana en todo su esplendor. 

Encontramos un desvío, y sí, nos toca seguir subiendo. 

¿Os acordáis del pueblo que evitamos antes de Les Bories? Pues ahora lo estamos pasando por encima. Pasamos, como dice la canción, enriba Les Bories, pero no, nun atopamos nenguna moza. 

Llegamos a una campa muy guapa, con cabaña incluida. 

Donde nos asomamos a un mirador. 

Con unas vistas muy guapas. 

Seguimos, ya queda poco. Llegamos a Cabazosa, una única casa preciosa en medio de la nada. 

Veníamos de una pequeña bajadina, y ahora nos toca otro fuerte repecho. 

En seguida ganamos altura, Llaviana nos sigue acompañando allá abajo. 

Y como siempre, las cabras encaramadas en lo más complicao del trayecto. 

Éste puede ser el punto un poco confuso de la ruta. El camino sigue, pero nosotros nos desviamos a la derecha, a subir la última parte al Picu La Vara. 

Un repechín de nada hasta llegar a la caseta. 

De la que estáis subiendo os encontráis con un banco donde tomar la botella de sidra. 

Ya arriba, el vértice geodésico, y las vistas. 

Desde allí vemos cómo la senda sigue hasta el cercano Picu La Tazá. Y desde allí podríamos hacer una circular volviendo hasta Canzana. Nosotros decidimos volver por el mismo camino que subimos. 

Y las vistas a todo el valle meren la pena desde allí arriba. Con otro día más despejao tienes unas vistas increíbles a Peñamayor, Redes, Picos d'Europa ... 

Desde allí solo nos queda bajar hasta Canzana, un paseo muy guapo.

Para comer, sin duda, en la Pola Llaviana, El Pintu. Uno de nuestros favoritos. 

Situado en un edificio precioso en plena carretera general que atraviesa la Pola, ahora peatonal. Tiene una pequeña terraza lateral. Dentro un salón-comedor, muy guapo y amplio, y con mesas espaciadas. Diego es un cocinero joven que representa perfectamente la evolución de la cocina tradicional asturiana. Guisa como muy pocos, pero también se atreve a jugar con sabores, contrastes y texturas, siempre respetando la cocina asturiana. 

Comenzamos con una Ensalada Fresca. Sardina ahumada. Figos. Tomate de Casa. Con queso fresco de Vega de Miyares de Sariegu. Los tomates están increíbles, y el contraste del dulce con la sardina afumada queda genial. Muy equilibrado. 

Uno de sus platos más famosos son sus Croquetas. Son de las mejores que puedes probar en Asturies, y siendo Asturies el paraíso croquetero por excelencia, esto que acabo de escribir son palabras mayores. Casi líquidas por dentro, y la corteza nada fritangosa. Una maravilla. 

Fabes con Bonitu. Estábamos en plena temporada de bonito. Lo probé de mil maneras distintas, pero nunca con fabes. Y es una auténtica gozada. 

Pota al centro de la mesa, y a disfrutar. Mucho más ligera que una fabada, con el caldo no tan espeso, pero sigue siendo un plato contundente. Lleno de sabor y de texturas. 

Otro de los platos indispensables de El Pintu es su Cabritu con Patatinos. Sin duda, uno de los mejores que vais a probar. Cabritu Bermeyu. Raza autóctona asturiana. De primera calidad, y con el toque preciso de cocina para potenciarlo. La salsa es un espectáculo, pero es que el cabritu parte solo, tiene sabor, y a la vez es elegante. Perfecto. 

Y acabamos con algo muy especial, Bartolos de Confitería Conchi con Helao de Arroz con Leche de Revuelta. Los bartolos de Conchi son una maravilla, ya estábamos a punto de reventar, pero quedó el plato limpísimo. Puede que sea el postre perfecto. 

Para beber, La Descarga. Vino de Cangas fuera de la DOP Cangas. Rico, más convencional. Pierde esa acidez y ese carácter cantábrico que tanto nos gusta. Pero entra solo. Fue muy bien con toda la comida. 

Salimos a 50€ por cabeza. Una comida maravillosa en una de las mejores casas de comidas de Asturies. Farturruta preciosa a un pico modesto, pero con unas vistas impresionantes: