Teléfono: 665 940 793
Calidad: 3/5
Precio: 12€
Comentarios: Bimenes es un conceyu piquiñín en el centro-oriente asturianu que tiene un montón de sitios que visitar, normalmente ajenos a los circuitos turísticos, con una situación privilegiada a dos pasos de la alta montaña y de la playa y que cuenta, además, con el mejor alcalde del mundo, Aitor García Corte.
Con él nos fuimos a conocer una de sus rutas más famosas, aunque le añadimos un poco de dificultad para que tengáis la opción más fácil u otra para piernas con algo más de marcha.
Vamos a hacer la Ruta de los Molinos, que asciende el rio Rozaes pasando por los 7 molinos que quedan en pie o sus restos, sobre todo 4, rehabilitados. Además, alguno se puede visitar y ver por dentro cómo funciona. La ruta de los molinos son 5kms ida y vuelta, es lineal y se vuele por el mismo camino de la ida. Tiene apenas 250m de desnivel y podéis hacerla, a ritmo muy tranquilo, en 1h y media.
Pero nosotros os vamos a proponer un punto más, hacerla circular. Añadimos 3kms más, o sea, 8kms en total, y casi 100m de desnivel, En total, una Farturruta de 8kms, 300m de desnivel y que podéis hacer tranquilamente en 2h y media.
Es una ruta recomendable todo el año, pero es más espectacular después de unos días de lluvia o en el deshielo para que baje el río lo más cargado posible y los saltos de agua sean más espectaculares.
Salimos de La Llera, donde, unos metros a la salida del núcleo, encontraréis un pequeño aparcamiento.
A partir de ahí, toda la ruta está señalizada.
Comenzamos cruzando el puente.
Los primeros pasos son bordeando preciosas praderas para uso ganadero.
Encontramos algún repechín, pero cortos y sin dificultad.
Sí que, según la época del año que vayáis, puede haber algo de barro.
Llegamos al primer molino. Molín del Barrial.
Un sitio perfecto para pasar el día, con área recreativa.
Y zona para bañarse.
Rehabilitado y muy bien conservado.
Lo visitamos por dentro.
Continuamos camino.
Pasamos por otro molín, de propiedad privada.
Como veis el río pasa junto al molín, así que en ese punto nos desviamos para buscar un salto de agua secreto. La suerte de ir con alguien que conoce el lugar.
Si no lo veis claro, lo mejor es que continuéis, tranquilos, hay más. Una subidina.
Y otro cartel que nos indica el Molín del Ferreru. Solo quedan las ruinas, no merece la pena el desvío.
Está claro que el atractivo de la ruta son los molinos y el río, pero el camino en sí es precioso.
Encontramos otro cartel, del Molín de Máxima. Del que solo queda ese montículo cubierto de hierba que veis a la derecha.
Cruzamos el río.
El paisaje es precioso.
Y volvemos a ganar altura.
Subiendo entre castaños. De hecho, nos encontramos con una Cuerria rehabilitada. Un cercao donde se echaban las castañas todavía con el oriciu para protegerlas y esperar a que maduraran.
Es solo un repechín.
Para comenzar a bajar de vuelta al río.
Atravesamos el puente.
Que nos deja alguna foto guapa.
Volvemos a ganar un poco de altura.
Que nos deja estas vistas tan guapas.
Algún repechín, pero llevadero.
Llegamos casi al final de la ruta de los Molinos. Encontramos una desviación. A la izquierda, por una fuerte aunque muy corta cuesta, el Molín de Honorio.
El más espectacular de toda la ruta. Situado en un salto de agua precioso.
Al lao de la cascada tiene un texu.
Se puede visitar por dentro.
Y está perfectamente conservado. Si siguiéramos camino, llegaríamos a Melendreros, que está justo debajo del pueblo
Desde fuera podéis ver la parte baja, que se llama L'Infiernu.
Desandamos nuestros pasos y volvemos al camino principal, donde encontramos el último molín, allí encontramos el Molín de Milio.
Para visitarlo hay que cruzar otro puente y bajar unas escaleras.
Pasaréis por una mini área de descanso con mesas.
Con un precioso salto de agua.
También se puede entrar dentro.
Y un poco más allá, por el camino, un poco escondida, encontráis esta mesa para descansar.
En este punto, podéis volver por el mismo camino de la ida hasta el coche. O seguirnos en nuestra propuesta para hacer la ruta circular. Tiene un paso un poco "imaginativo", pero no hay pérdida.
Ganamos altura rápidamente.
Lo que hace que ganemos en vistas. A esa ladera tenemos que llegar.
Encontramos una finca cerrada, y un paso bastante tomao, aunque nos abrimos paso sin mucho problema. La idea es clara, bajar hasta el regueru, cruzarlo (apenas venía con agua) y llegar hasta el camino ganando un poco de altura. Evidentemente ayudó ir con Aitor que conoce aquello muy bien, pero sabiendo dónde tienes que llegar parece mucho más de lo que es. Vimos que hay gente que lo hace saltando la valla.
Subimos a güevu por el monte un cachín y en seguida encontramos el camino.
Ahora estamos al otro lao, en la vertiente opuesta a la subida de los Molinos.
Todo el camino ya es de llano o con ligera subida, pero muy cómodo.
Llegamos al Xerru la Viesca. Desde donde tenemos unas vistas preciosas a todo el valle.
Desde aquí ya nos queda un descenso continuado por pista hormigonada hasta el pueblo de Santa Gadia.
En cuanto llegamos al pueblo, lo atravesamos, y siguiendo descendiendo, en poco más de 1km llegamos al aparcamiento de La Llera donde tenemos el coche.
Para comer nos dejamos guiar por el señor alcalde. Y nos fuimos a la Campa San Juan, en la campa de San Xuan.
Mítico chigre / parrilla, situado en un alto, con muy buenas vistas. Dentro tiene zona de barra, con mesas para tomar algo.
Y en la parte de atrás, un comedor.
El menú cuesta -ATENCIÓN-, 10€. Cocina casera de la buena. Pedimos de primero Fabada. Rica. Suave, con buen caldín y buen compangu.
Pedimos de primero también para probar Ensaladilla Rusa. Ya veis que de raciones van bien. Estaba rica.
De segundo, Zanca de Pollo. Rica
Y Solomillo de Cerdo. Muy ricas las salsas de las dos.
De postre, Tarta de Queso. Bien, aunque le sobra la cubierta de frambuesa.
Y Flan Casero, que estaba brutal.
Para beber, vino perronero, agua y casera. El menú cuesta 10€. Con cafés pagamos 12€. Espectacular relación calidad-precio. Muy recomendable.
Preciosa Farturruta, que la podéis hacer lineal y muy facilina, o darle un poco más de aventura y hacerla circular. Molinos, saltos de agua, vistas preciosas y un menú con una relación calidad-precio que difícilmente verás en otro sitio. Desde aquí, por supuesto, agradecer a nuestro guía Aitor por enseñarnos y acompañarnos en este Farturruta maravillosa.
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