Dirección: Camín del Rebollal, 368 - Sariego
Teléfono: 634 551 352
Instagram: [@fincamaeza] https://www.instagram.com/fincamaeza/
Calidad: 4/5
Precio: 70€
Comentarios: Finca Maeza es un complejo impresionante donde crían caballos para competición en Sariego, un mundo que desconozco por completo, y que tampoco me interesa mucho. Pero lo que sí os puedo comentar, es que tiene unas instalaciones, según me contaron, muy punteras. En pleno centro de Sariego.
Decidieron organizar de vez en cuando, algún evento abierto al público, en sus instalaciones junto con el cocinero Borja Alcázar del Abrelatas. Conexión Sariego total, aunque Borja tenga su restaurante en la Pola, pero es un orgulloso saregano.
Así que tras visitar sus instalaciones, nos sentamos en su enorme salón, para probar un menú degustación creado específicamente solamente para 1 día. Posteriormente irán abriendo nuevas convocatorias con nuevos menús temáticos en función del producto y la época del año.
El nuestro estaba completamente centrao en la seronda, el otoño.
Comenzamos con Oriciu con Salsa Ácida y Codium. Toda una declaración de internciones de lo que iba a ser el menú, otoño puro. Presentación preciosa con una copa con sidra del duernu, traída del día del Llagar Foncueva mientras estaban mayando, y encima, coronando, un oriciu con una salsa ácida con un toque y el punto -todavía más-, salino del alga. Acidez y sal con sidra dulce. Brutal.
Pote de Castañes, Rebozuelos y Berces. Seguimos con la felicidad absoluta. Maravilloso pote de castañes, denso, con el toque picante de la morcilla, pero el dulzor de la castaña, y el puntazo de la seta. Maravillosa combinación.
Lomo de Tiñosu, Geleé de Almeja Babosa, y Compota de Patata, Chorizu y Sidra Dulce. Un acierto apostar por el tiñosu, porque tiene ya de por sí sabor y textura, que contrastó a la perfección con el jugo de la almeja y, sobre todo, con la potencia de chorizo y sidra dulce. Genial todo, sorprendentemente equilibrado.
La carne fue un Marrón Glasé con Codorniz Guisada. Aquí ya sobraron los cubiertos y rematamos la comida de forma muy disfrutona. Sabor puro de la codorniz, con el toque de la fresa y el falso caviar.
De postre, Casadiella de Pan Blanco, Castañes en Almíbar y Nata de Pueblu. Dulce y toque crujiente. La casadiella no enamoró, pero gustó el postre.
Acabamos con un poco de Sidra de Hielo de Viuda de Angelón. Maravilla. La perfecta combinación entre dulce y ácido.
Para beber, durante toda la comida, había vino asturiano Monasterio de Corias, y Sidra Foncueva. Escanciada. ¿Quién dice que no se puede echar sidra en salones elegantes? Maridó todo maravillosamente.
Toda una experiencia, comer mientras ves por los ventanales cómo entrenan caballos de competición. La idea es organizar alguna comida de vez en cuando, para este mes ya tienen otra anunciada, así que síguelos en redes sociales para enterarte de próximos planes. Maravillosa cocina como siempre del Abrelatas en un ambiente distinto. Todo un acierto.
















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