Bon Bon

Dirección: Urbanizaçâo Cabeço de Pias, Bloco 5 Sesmarías - Lagoa - Algarve - Portugal
Teléfono:  282 341496



Web: http://www.bonbon.pt/
Facebook: https://www.facebook.com/Restaurante-Bon-Bon


Calidad: 4/5
Precio: 130€


Comentarios: Siempre nos gusta probar distintas cocinas y su excelencia dentro de cada una. En esta ocasión, con motivo de nuestras vacaciones, nos acercamos a uno de los restaurantes "de moda" del Algarve portugués: Bon Bon, reciente Estrella Michelín 2016, y situado en Lagoa uno de los sitios más turísticos del Algarve.

Las otras opciones Michelín que teníamos por la zona se encuentran situadas en hotelazos y no nos atraían nada. Bon Bon se encuentra situado en una urbanización de chalets a las afueras del pueblo, es una casa baja de forma circular situada en una zona tranquila donde no te molesta absolutamente nadie. Reservamos via online para cenar en el último turno (21:30h portuguesa) y ese mismo día recibimos llamada al mediodía para confirmar la reserva y preguntarnos por alergias o intolerancias.


Cenamos en la terraza exterior, como el resto de comensales, ya que a pesar de la hora, todavía había unos 30º de temperatura.

Otro de los puntos a destacar es la atención (aquí y en todos los restaurantes que nos encontramos en Portugal). Habrá de todo como en todos los laos, pero en general, la atención es mejor y el personal es más amable. Aquí fue todo de 10. En todo momento esforzándose por explicarnos los platos para que los entendiéramos y respondiendo a nuestras preguntas sobre la elaboración. Un 10.


Comenzamos con un poco de agua y una carta de cócteles. Al estilo que nos decía Borja Cortina del Varsovia (y Umami) siempre es recomendable comenzar la cena con un coctail. Así que pedimos un Je Suis Marlene, un combinado de vodka con tomillo (mucho), lima y limón. Además con una presentación muy guapa.


Como aperitivos nos trajeron un Crujiente de Bacalao, con un sabor intenso y una textura cremosa. Fresco, pero menos mal que teníamos el coctail para contrarrestar sabor.


Seguimos con unas Bola de Conejo sobre Cama de Frutos Secos. Otra explosión de sabor en la boca con un conejo muy presente. Distinta y original.

Nos presentaron su Menú Degustación, con la opción a elegir entre 3, 5 y sus 7 platos. En todo momento viene informado el precio y cuánto cuesta añadir la opción del maridaje. La propuesta más elegida es la de 5 platos e intercalarlos los dos comensales para poder probar el menú completo de 7 platos.


A pesar de la recomendación, no maridamos el menú (había que conducir) y pedimos recomendación al sumiller sobre una botella de vino blanco de la zona. Nos recomendó un Redoma Blanco Reserva 2014, de la zona de Douro. Un vino que no decepcionó, que entra suave pero que tiene buen cuerpo y largo en boca. Sabor fresco con un toque cítrico y a tierra (mineralidad) intenso.


Una vez seleccionado el menú, nos trajeron distintas Mantequillas (cabra, cabra y almendra; y vaca). Muy ricas, aunque ganó por goleada la mantequilla de cabra y almendra.
Además nos trajeron aceite del norte de Portugal, Distintus, que nos gustó mucho.


Pan de Higos y Nueces, de Centeno y Normal. Repetimos.


Seguimos con los entrantes, todavía sin comenzar el menú. Helado de Pimiento y Gazpacho. Muy refrescante, nos gustó mucho ese helao de pimiento. Viene templao y se va enfriando poco a poco. Además lo acompañan unos mini crujientes de pan.


Comenzamos con el primer plato, Tomate. Requesón, ajo negro y lavanda. Sabor importante a huerta para un plato muy refrescante (lo agradecemos con estos calores) donde gana, quizás en exceso, la lavanda.


Otra sorpresa fue una Cabeza de Gamba crujiente, presentada en una base flotante humeante (nitrógeno?) con tomillo. Muy original y rica. La cabeza se come entera.


Tartar de Gambas con Algas, con una crema de jengibre. No nos gustó, entre que el alga hace del plato muy salado y la textura blanda de la gamba cocida no aporta nada ... plato fallido,


Gamba Violeta, segundo plato. Gamba, una ostra, helado de berro (muy suave) y una salsa de algas. Buen plato.


Otra sorpresa entre plato y plato fue un Crujiente de Arroz con Caballa y Huevas de Salmón Salvaje. Muy cítrico, para cambiar el sabor de la ostra y las algas.

Pasamos a los pescados, y como pudimos elegir qué platos tomar, pudimos probar los dos. Nos gustaron ambos platos.


Raia. Wasabi, angula ahumada y ajo francés. Un plato con un ahumado sutil, que gustó mucho. La Raya no tiene mucho sabor, así que los complementos son los que ganan en el plato, y además la textura de la raya es genial.


Pescada. Merluza (pescada en portugués) con calabacín y aceite de avellana. Lleva trufa. Genial la crema de calabacín dentro de la flor de calabacín. Muy original.


Para pasar a la carne, nos trajeron una Leche de Tigre y Flores del Mar. Mezcla de toque dulce, ácido y ligero picante. Plato refrescante muy rico para pasar a la carne.


Molejas Vitela. Mollejas de ternera. Combinación extraña donde gana la calidad de la molleja, que estaba realmente rica. Lleva cangrejo de río, mandarina y nabo. Además un crujiente de quinoa. La buscada explosión de contrastes no está conseguida, pero las mollejas solas, muy ricas.


Para el cambio a los postres, otra sorpresa. Un Té Frío de Naranja y Limonada. Muy bueno.


Cítrinos. Postre cítrico, con un helado de coco. Normal.


Maçâ. Postre de chocolate blanco y nueces. Rico, pero tampoco enamora.


Un Café Pingado, cortado, con unas Trufas de Coco, Trufas de Banana y Chocolate con Caramelo y Sal. Muy ricas las tres.

Pagamos 261€, dos personas, con un botella de vino de 40€. La sensación nos deja un poco fríos. Demasiado precio para, lo que consideramos, un escalón por debajo de lo que pedimos a un Estrella Michelín. El servicio es de 12, el sitio precioso y tranquilo (la chimenea centra en invierno tiene que ser una gozada), pero la cocina ... no nos enamoró. Debería ser un 5/5 ... pero no pasó de 4/5.

Disculpad por las fotos porque, o metíamos flash o la luz tenua del ambiente no permitía obtener mejores resultados. 


4 comentarios

Toni dijo...

¿Tienen carta normal o es menú "obligatorio"?

Por lo que cuentas también me parece excesivo el precio para lo comido.

David Castañón dijo...

Solo menú.
Me gustó la opción de poder elegir entre 3, 5 o 7 platos.
Mi primera opción, por pinta y críticas, era el Ocean, pero que estuviera en un hotelazo me echó mucho p'atrás ... queda pendiente pa otra.

Por cierto, que no te hice caso y fui al Triciclo ...

Toni dijo...

Tengo vetados a los restaurantes con menú obligatorio.

Prefiero el sistema de Francia de elegir varios platos de entre la carta.

En un "hotelazo" no te van a comer hombre ;-)). Estuve el sábado en el restaurante Cataria que está en un hotelazo como dices y al lado queda el Alevante de Angel León en otro hotel pero a este no iré por lo que digo en el primrer párrafo.

Y lo de ir al Triciclo me parece lógico. A todo el mundo le gusta menos a mi que soy un tiquis miquis. ;-)))

David Castañón dijo...

De vez en cuando me salto lo del "hotelazo", que en Plasencia te hice caso y nos fuimos a comer al Palacio Carvajal Girón. No estuvo mal. En breve lo publicaré.
Pa que veas que de vez en cuando te faigo casu :P :P :P

Lo del Triciclo, pasó un tiempo desde tu visita, hay que repetir.