La Pradera Campanal


Dirección: Carretera Avilés-Lluanco - Santolaya de Nembro
Teléfono: 985 882 200  / 679 563 411


Web: https://www.campanal.com/
Facebook: https://www.facebook.com/restaurantelapraderacampanal/
Instagram [@lapraderacampanal]https://www.instagram.com/lapraderacampanal


Calidad: 4/5
Precio: 33€

Comentarios:  Cómo presta ver sitios asociados a tu infancia, a recuerdos muy guapos además, que sobrevivieron a los malos momentos y que fueron capaces de reinventarse reencontrando el camino en la esencia que siempre les hizo triunfar.

La Pradera Campanal siempre fue un mítico en la zona de Avilés y Comarca, para cualquier celebración familiar o eventos más grandes como bodas y comuniones. Siempre con muy buen nivel, y en la era pre-internet, funcionando el barriga a boca, como pocos sitios. Tras unos años donde le perdí la pista, me reencontré de jurao de varios campeonatos de pinchos, con Sergio Viña, hijo de José Indalencio, mítico Campanalín.

Negocio familiar, con una base muy importante de cocina tradicional, predominando la marinera de la zona de Lluanco, a la que sumó la creatividad de Sergio tras años de formación en cocina. El juego que dan las bodas/eventos y el comedor diario hace que perfectamente tengan cabida las dos cocinas y que se pueda complacer a todo tipo de clientes.

Está situado justo antes de la llegada a Lluanco desde Avilés, tiene un aparcamiento enorme. Y también terraza en los días de sol. En la entrada, salón enorme con zona de sidrería. Clásico. Y a la izquierda, por una pequeña puerta, pasas a un comedor en blanco muy, muy guapo, con un pequeño ventanal para comunicarse con cocina. En otra zona y en el piso superior ya están los salones destinados a los eventos.


Comenzamos con un Pastel Marinero de Cangrejo. Panes tostaos, una mayonesa suave, y a untar hasta que no quedó nada. Buenísimo.


Seguimos con unas Croquetas. Dos para cada uno. De queso y de oricios. La de queso líquida por dentro. Quezo azul, sabor intenso, y textura para morirse. Buenísimas. Y la de oricios espectacular. Sabor contenido del oricio, pero ... ufff, brutal combinación.


Otra maravilla fueron las Ostiones de Mar a la plancha (sí, se llaman así 😂). Chilenas, las míticas zamburiñas que nos dicen siempre. Enormes, sabrosas, con un puntín de sal y aceite ... buenísimas.


Llegamos al punto fuerte. La perfección. Arroz con Bugre (bogavante). Espectacular. Enormes trozos del bugre, buenísimo, y un arroz con todo el sabor del marisco. Nos comentaba Sergio que uno de los beneficios de hacer eventos grandes, es que después puede aprovechar todo ese marisco para hacer unos caldos con una cantidad enorme, y claro, eso se nota en el sabor. Es espectacular, en serio.

Para cambiar el sabor y enfilar los postres, nos trajeron una Perla de Mojito. Una bola que explota en la boca de manera maravillosa y tiene un toque cítrico importante.


Nos trajeron una muestra de sus postres. Ya sabéis que normalmente es donde cojean los restaurantes, pero en este caso son postres de altísimo nivel, al igual que el resto de la comida.


Brownie de Chocolate con Helao de Yogur. Suave, con el helao para bajar intensidad al brownie. Texturas, contrastes de sabores, temperaturas y colores. Muy bueno.


Semifrío de Marañuela. No empezaremos la guerra de si ye mejor la de Lluanco o Candás. Solo decir que es uno de los mejores postres que recuerdo. Si te gusta el sabor a marañuela ... tienes que probarla. Brutal. Textura de mousse, coronada con una marañuela de verdad.


Y acabamos con la Tarta de Queso. Muy buena. También tipo mousse.


Para beber, Albariño Santiago Ruíz. 2017. Siempre rico.

Ahora viene lo mejor. El Menú con bebida incluída, cuesta 33€ por cabeza. Como extras, para probar cosas distintas, Sergio nos cambió las croquetas de jamón por las de queso y oricios; añadió las zamburiñas, la perla; y en vez de un postre, nos sacó 3 para probar. Pero el pastel, las croquetas, el arroz y el postre están incluídos. Tiene otro menú donde añade las zamburiñas y cambia el arroz por una parrillada de pescaos, y cuesta 40€ por cabeza.

Tiene tanto éxito, que llena casi todos los fines de semana. Así que mejor reserva, y más en verano. Relevo generacional, un sitio que mira al mar (aunque no se queda atrás en las carnes), con un salón precioso y generaciones de buen hacer en la cocina. Gran sitio.



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