Nueva Visita: Arbidel

Dirección: Calle Oscura 1, Ribeseya
Teléfono: 985 861 440


Calidad: 5/5
Precio: 60€



Comentarios: Hay una calle oscura, escondida del bullicio, en pleno centro de Ribeseya, donde vas a encontrar la luz. Un local pequeño, casi oculto, en una calle peatonal, con una terraza de apenas 4 mesas a la entrada y unas paredes de piedra que te harán olvidar del resto del mundo. 

La atención está a otro nivel desde el momento en que te reciben en el local. Es un Estrella Michelín, y se nota, aunque después no lo notes tanto en lo que pagas. La antención de Victoria, sumiller, jefa de sala y la pareja de Jaime,  y su equipo es perfecta en todo momento. 

Otras veces que fuimos, tomamos su menú degustación (muy recomendable). Esta vez, para cenar y entre semana, nos animamos a probar su carta. Precios muy asequibles para un Estrella Michelín, aunque no notes ese bajón en la calidad. 
Comenzamos con los aperitivos cortesía de la casa. Y ya solo por ellos merece la pena la visita. Son 4 aperitivos, donde te aconsejan un orden para tomarlos, con sabores tradicionales modernaos a la manera de Jaime Uz. Una gozada. Brandada de Bacalao, un crujiente que mezcla dulce con el sabor intenso del bacalao. Muy rico. 


Puré de Ajonegro con Coliflor al Pil-Pil, Mango, Anguila Ahumada, Trufa y Almendras. Jaime es muy fan del ajo negro y a mí me encanta. La combinación, con el toque ahumao, con el mango, le queda genial. 
Bollín preñáu de Sobrasada asturcelta y queso Rey Silo. Una maravilla. Gana el queso, pero como si tuviéramos algún problema en una explosión en la boca de Rey Silo. 


Cremoso de Morcilla, Maíz y Foie. Muy rico. 
Nos traen, además, un cortante que es un Gazpacho de Manzana Verde con Sardina Ahumada y Queso Pría. Rico y refrescante. 
De entrante, pedimos el Ceviche cantábrico de bogavante y manitas tostadas. Es un ceviche de gamba roja y bogavante, con un toque de leche de coco y jalapeño. Lo corona con caviar iraní. 
Acompañao de un crujiente de manos de cerdo. 
El ceviche es  espectacular. Uno de los platos icónicos de Jaime. 
Jaime nos trajo a probar su famoso Steak tartar de bonito, foie, maíz y tomate helado. En una mini tapa. Salsa de patata, kimchi picante, aceite, pepino. Una versión actualizada del clásico rollo de bonito que es una maravilla. Muy jugoso. 
El pan merece su mención. Muy rico. 
De plato principal, pedimos una Ventresca de Bonito. Estábamos en temporada y la tenían fuera de carta, y no se podía dejar pasar. Para dos personas, emplatada para cada uno. 
Sencilla, pero es que no necesita más. Sabor puro. La pestaña, increíble. 
Al inicio de la cena, Victoria nos avisó que si queríamos la Tarta de manzana caliente, crema de vainilla y helado de canela, teníamos que avisar con antelación porque lleva un tiempo hacerla. Pedidla que está buenísima. Lleva además una base muy ligera de hojaldre. 
Pedimos además el Esponjoso de Taramundi , miel y guirlache de nuez, nieve de remolacha, romero helado. Juego de sabores y textura. Muy rico. 
Con el café, Petit Fours. Trufas y moscovitas. ¿Se puede pedir más? 
Para beber, 1947 de Sidra Viuda de Angelón. Sidra de mesa, la primera que se deja envejecer en barrica lo cual la convierte en la primera sidra de mesa crianza del mercao. Huele y saber a sidra. Y está espectacular. 
Pagamos 120€. Un ticket más propio de una restaurante "normal" que de un Estrella Michelín. Producto, atención, cocina de primera, detalles ... Arbidel es una maravillosa opción para que vayas a disfrutar, pero, además, es la mejor opción para perder ese miedo al "mundo Michelín" a un precio asequible. 


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