Farturruta de los Molinos de Ribeseya comiendo en Casa Pachu

Dirección: Tereñes - Ribeseya
Teléfono: 985 860 984


Facebook: https://www.facebook.com/barcasapachu/


Calidad: 4/5
Precio: 30€


Comentarios: La idea era subir al Picu Mofrechu, pero la niebla nos hizo buscar un Plan B. Así que nos fuimos a hacer la Ruta de los Molinos en Ribeseya. Una ruta que es bastante conocida pero en la que, sorprendentemente, solo nos encontramos a otra pareja haciéndola. La ruta son unos 9kms, y tardamos 2h y media en hacerla. Es muy facilina, para toda la familia, y sin apenas desnivel, unos 150m. 


Comenzamos la ruta en el pueblo de Cueves, pero para llegar a Cueves tienes que atravesar una cueva, y no cualquier cueva, tienes que atravesar La Cuevona. Lo mejor es que dejes el coche en el aparcamiento que se encuentra justo antes de La Cuevona y que atravieses ésta a pie. 


Son 300m donde vas con la boca abierta admirando formaciones imposibles y cómo es posible que sirva para llegar a un pueblo o que en algún momento, a alguien se le ocurriera asfaltar aquello para que lo atravesaran los coches. La carretera solo la utilizan los habitantes de Cueves y los clientes de sus casas rurales, mejor que no metáis el coche. 


Salimos al pueblo de Cueves, precioso, muy cuidao, lleno de hórreos, un par de casas rurales y un restaurante. Merece la pena perderse un poco por él. 


Atravesamos Cueves, su estación de Feve y su ermita.


Llegamos al paso a nivel, y caminamos unos metros paralelo a las vías del tren. 


A un lao tenemos las vías, al otro el Seya. 


De hecho, si os asomáis por alguna de sus aberturas, veréis (si vais temprano, a pescadores) y durante el resto del día, a las actividades que bajan el río en canoa. 


Nos alejamos del Seya, y comienza un paseo precioso entre monte. Muchos castaños, bedules y carrascos


Comenzamos a ver uno tras otro carteles que nos desvían hasta los distintos molinos. Hay 6 en toda la ruta. Están todos indicaos, vais por la ruta principal, os indica la desviación, visitáis los restos del molín, y volvéis de vuelta a la ruta principal. No tiene pérdida posible. 


En general, están en un estado lamentable de conservación. Es cierto que tiene su encanto ver cómo la naturaleza va recuperando su terreno, pero es una ruta guapa, fácil, bastante famosa y se podía hacer un esfuerzo para conservar mejor nuestro patrimonio. 


El molín mejor conservao de toda la ruta, que por lo que nos dijeron, estaba abierto y se podía visitar por dentro, pero nos lo encontramos cerrao. Igual en temporada de verano abren las puertas. 


Otro de los mejores conservaos es el de Francisco, al que accedes a través de un pequeño puente.


Todavía tiene la maquinaria dentro, aunque en mal estado.  


Llegamos al último molín, que es realmente precioso.


Tiene una pequeña cascada que es más espectacular cuando el río baja más cargao. Es algo que sí que os recomiendo, la gente la suele hacer en verano, pero es mucho más espectacular hacer esta ruta después de unos días de lluvia o con los colores del otoño. 


A partir de este molín, acaba la ruta. Podéis seguir hasta el pueblo de Tresmonte y volver a Cueves por la carretera. Nosotros decidimos dar la vuelta por la misma ruta, que es más guapo. 


Volvemos de vuelta al coche, atravesando otra vez Cueves y su Cuevona (la ruta es preciosa, pero solo por este inicio y final, ya merece la pena). 


De vuelta al coche, nos vamos a Tereñes, a 10kms. En Tereñes tenemos una leyenda muy guapa recogida por Alberto Alvárez Peña en su libro Mitos y Leyendas Asturianas. Una leyenda que habla de la transmigración de las almas, una creencia muy arraigada entre los pueblos célticos, que fue perfectamente reaprovechada por el cristianismo para justificar sus intereses, puesto que en muchas leyendas, dichas apariciones tienen como objeto solicitar que se den misas por la salvación del alma.
Una mujer con mucho dinero y casería niega limosnas a los pobres a pesar de las súplicas de su marido. En lugar de dar a los mendigos un puñado de trigo, unas castañas o unas manzanas, iba guardando la limosnas en un arca. Un día, el marido insistió en que diese una limosna, que no por eso había de menguar su hacienda. La mujer le mostró el contenido del arca argumentándole que si hubiese dado aquellos frutos a los pobres, la hacienda se vería menguada, mientras que ahora el arca estaba llena. Pero llegó el día en que ella se sintió mal y vio próxima su muerte, así que pidió a su marido, arrepentida, que la encerrase en el arca y llevase la llave a la parroquia. Ante las súplicas de su mujer, el marido accedió y, siempre atento al arcón, oía a su mujer decir: "Ay Dios, que me comen". Llegó el día en que no oyó nada y el hombre llamó al cura para abrir el arca. Al levantar la tapa vieron horrorizados que estaba llena de culebras. Ellas se habían comido a la mujer pero, entre ellas, surgió una paloma muy blanca que echó a volar al cielo y desapareció. Era el alma de la mujer que había purgado así sus pecados. 

En Tereñes, comimos en Casa Pachu, un clásico de la zona, que, además, antes era chigre-tienda. Sitio guapísimo, con una terraza enorme, muy guapa. Y dentro, zona de chigre con mesas para comer a la derecha. Reserva, que se llena. 


Tienen sidra Cortina, y la echan. 


Pedimos sus famoses Llámpares. Y son maravilloses. En serio. Buena ración, con salsa picantina, y del pedreru de abajo del chigre. Brutales. 


Pantrucu. Otro plato que no podéis dejar pasar si vais. Aunque por el aspecto os parezca un plato de sabor "fuerte", entra solo. Mezcla el crujiente con un ligero sabor a morcilla ... Está buenísimo. 


Y el otro clásico de Casa Pachu, Pulpu Guisáu con Patates. Pulpín de la rula de Llastres. Perfecto de textura y con un poco de salsina. Muy bueno. 


De postre, Requesón. Muy bueno. 


Y Tarta de Queso. Suave. Rica. 


Pagamos por todo, 61€. 30€ por cabeza. Maravilloso. Gran sitio.


Planes B que al final salen genial, sitios de ensueño, con leyendas celtas y unes llámpares que van a pasar a la posteridad de Les Fartures. 


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