Dirección: Meluerda - Ribeseya
Teléfono: 985 136 456
Facebook: https://www.facebook.com/casapachomeluerda
Instagram: [@casapacho] https://www.instagram.com/casapacho/
Comentarios: Una de las rutas más espectaculares de costa que podéis hacer, con unos acantilados moldeados durante miles de años por la fuerza del Mar Cantábrico, que crean unos formaciones que te dejarán sin habla. Un paraíso para los amantes de la fotografía, o para los que simplemente quieren desconectar del mundo con la belleza de la costa asturiana.
Calidad: 4/5
Comentarios: Una de las rutas más espectaculares de costa que podéis hacer, con unos acantilados moldeados durante miles de años por la fuerza del Mar Cantábrico, que crean unos formaciones que te dejarán sin habla. Un paraíso para los amantes de la fotografía, o para los que simplemente quieren desconectar del mundo con la belleza de la costa asturiana.
Es una Farturruta de 11kms, sin apenas desnivel, que puede hacer todo el mundo. Nosotros tardamos unas 4h en hacerla. Es lineal, ida y vuelta por el mismo camino.
Aparcamos el coche en el Área Recreativa del Infiernu. Leyendo a Xurde Morán, dice que el nombre Infiernu se usa en la toponimia asturiana para denominar sitios de difícil estancia o paso, y es que el camino que bordea los acantilados está lleno de arbustos, felechos y espineres. Pero tranquilos, que ahora hay camino perfectamente marcao, "humanizado" y por el que podréis pasar sin problema.
Eso sí, vamos a hacer una ruta de acantilaos, aquí no hay barandillas y asomarse es un peligro. Incluso las formaciones que no están al borde del acantilado pueden tener caídas y aperturas peligrosas. Así que es una ruta que puede hacer todo el mundo, pero con precaución. Existen varios caminos, una senda "principal", ancha, a varios metros del acantilado, y varios caminos que se acercan mucho más y van bordeando la costa. Mi recomendación es que, con la precaución que os escribí antes, elijáis la segunda opción, es mucho más espectacular.
Como os decía, salimos del Área Recreativa del Infiernu. Y ya nos podemos asomar para hacernos una idea de cómo va a ser la ruta. Son los Acantilaos de Arra, con una playa de difícil acceso en sentido Ribeseya.
Nosotros vamos en el sentido contrario, tranquilos, que si queréis playas para bañaros, las vais a tener. Nosotros, a Guadamía. Guadamía también se conoce como Castruarenes, aguamía y aguadamía. Será por nombres. Todos, salvo Castruarenes, vienen del río que desemboca en la playa del mismo nombre(s).
Al sur, si volvemos la vista, vemos de donde salimos. Vemos Meluerda, donde iremos a comer, y al fondo, el Monte Santianes, con el Mofrechu, al que subimos en esta Farturruta.
A lo largo del camino os encontraréis con tanto balcones naturales, que os va a costar reprimiros y no parar en todos a hacer fotos. Además, con la luz cambiante a lo largo del día, los matices son infinitos.
Seguimos por la senda costera alucinando con las vistas, al poco llegamos a la zona de Tomasón, donde ya vemos al fondo Palu Verde y Palu Pequeñu, los dos islotes que sobresalen en la foto.
Como podéis ver, la senda va pegada al acantilado, pero sin ningún tipo de temeridad. Incluso nos encontramos compañeros por el camino.
Toda la ruta es un sube-baja, pero se hace sin ninguna dificultad. Una de las cosas a tener en cuenta en Asturies son las mareas, que hacen que el paisaje varíe notablemente en función de si la mar sube o baja. Si la mar está brava y la marea alta, seguramente disfrutéis de los Bramadorios; en cambio, si está baja, de los rincones preciosos con playas secretas, aunque de difícil acceso, eso sí.
Llegamos a la zona de los dos islotes, Palu Verde y Palu Pequeñu. Realmente maravilloso.
A veces, el camino se adentra un poco por el interior y perdemos momentáneamente de vista la mar.
Pero encontramos rincones con bancos para hacer un alto en el camino.
Toda la ruta está llena de entrantes en la tierra que, en marea baja, forman pequeñas playas o pedreros, inaccesibles o de muy difícil acceso, y que son el paraíso de los pescadores y cazadores de amaneceres/atardeceres fotográficos.
A nosotros no nos queda otro remedio que irlos bordeando y disfrutando de la maravilla del paisaje.
Es un espectáculo ver cómo va conformando el paisaje la mar.
Incluso arcos. Que no será el único que veamos en la ruta.
La ruta es llana, fácil y prácticamente para todos los públicos. Y está bien señalizada.
Llegamos a otro de los puntos de obligada parada, la Peña Flecha.
Si la seguís bordeando, os encontraréis con un mirador impresionante, la Ensenada d'Oliencu, que invita a sentarse y tomar la botella de sidra. Es la zona que también se conoce como Castru del Cantu L'Arena o Castru Arenes.
Seguimos avanzando.
Y nos encontramos con otro punto que os dejará sin habla. Empieza la zona de los bramadorios, de los bufones, esas formaciones donde el agua se introduce en el interior de la roca y escupe mediante presión el aire a varios metros de altitud. Aqui vemos un arco.
Y unos metros más atrás, cómo aparece de la nada de repente el agua, El Pozu Tuerba.
Estamos ya en la parte última de la ruta.
Llegamos al Castrón, que no es un cornudo en asturiano, es un castru, una peña que sale a la mar, pero muy grande.
A pocos metras, ya llegamos al fin de nuestra ruta, el Área Recreativa de Guadamía (o Castruarenes, aguamía o aguadamía). Hasta el área se puede llegar en coche, así que suele haber siempre bastante gente.
Si os asomáis, veis la Playa de Guadamia (o ...). Esa playa con esa forma alargada tan característica, que acaba en una playa estrecha, que casi desaparece en pleamar.
Y justo en frente, los famosos Bramadorios de Pría. Aunque cuando fuimos nosotros, la mar estaba en calma.
Solo nos queda volver al punto de inicio de la ruta. Tenéis varias alternativas, volver por donde vinisteis, la ruta más espectacular; o volver por el camino principal, unos metros más adentro, bordea menos, es más rápido, pero menos guapo.
Para comer, nos acercamos al pueblo de Meluerda, que está al lao del área recreativa del Infiernu, a un míticu de la gastronomía asturiana: Casa Pacho.
Casona preciosa, tiene aparcamiento propio, aunque se suele llenar siempre, sobre todo e, verano y de fines de semana, así que reserva.
Terraza guapa fuera, con 3 o 4 mesas. Según entras, zona de chigre, preciosa.
Dentro, un comedor amplio, con cristaleras y vistas al Cuera.
Comimos 3 personas, indispensable pedir Pantrucu. Indispensable probarlo si vas al oriente de Asturies. Embutido de morcilla frito, con un toque crujiente maravilloso y suavidad en la boca, toque incluso picante. Maravilla.
Tomate de Casa con Ventresca. Muy buenos, y eso que no estábamos todavía en época, pero tienen mucho sabor. Los lomos de ventresca, hermosos, y con sabor. Un toque de aceite y a disfrutar.
Cachopu de Cecina y Quesu de Cabra. Los cachopos son una de las especialidades de Casa Pacho. Suave, con rebozao fino, nada grasiento. Buen relleno, todo integrao. Si sois cachoperos, os va a encantar. Mención a las patatas, muy buenas.
Fuera de carta, tenían Entrecot. Lo probamos y está muy bueno, carne tierna,
De postre, Tarta de Naranja. Suave, muy buena.
Tarta de Queso al Horno. Brutal, de las mejores que vais a probar. Maravilla.
Y Flan de Turrón. Muy bueno también.
Para beber, Agua y Albariño Marqués de Frías. Entra solo, nos gustó. Tienen vino de Cangas en la carta, y Sidra.
Maravillosa Farturruta. Paisajes espectaculares, facilina para toda la familia (teniendo cuidao), con una caída impresionante al Cantábrico, y justo detrás, la Sierra del Cuera, y, si el día lo permite, Picos d'Europa, con formaciones únicas cada dos pasos, con bramadorios, con entrantes de mar que aparecer justo detrás de ti ... Y para comer, un clásico de la gastronomía asturiana, Casa Pacho. Famoso por los cachopos, pero que tiene mucho más que ofrecer.
No hay comentarios
Publicar un comentario