Eleonore

Dirección: C( Pablo Laloux, 13 - Salinas - Castrillón
Teléfono: 672 427 070


Web: https://www.eleonoresalinas.com/


Calidad: 5/5
Precio: 115€


Comentarios: La estética y el sabor generalmente tienen una lucha de egos donde uno de los dos suele prevalecer sobre el otro, y qué queréis que os diga, entre un plato guapo y un plato sabroso, yo (y creo que el resto del mundo civilizado) tengo clara mi elección. Pero hay excepciones, pequeños rincones, donde todo fluye en armonía y, apartados los egos, la belleza y el sabor van de la mano. 


Eleonore tenía muchas papeletas para no enamorarme, está en Salinas, está en primera línea de un sitio muy turístico, y tenía cierta estética "michelín"; pero me encontré un sitio con mucha autenticidad, que sigue su propio camino, donde comí genial y donde me atendieron muy bien. No sé qué más se puede pedir. 


La combinación de repostería y cocina es muy antigua, el juego entre el dulce y salao ya está muy usao, pero aquí se consigue todo de una forma muy natural, quizá porque es su forma de entender la cocina y no un recurso más o menos de moda. Cristina y Carlos juntan a la perfección ambos mundos. Y como muestra, nos avisan al principio de la comida que no nos ofrecen panes, porque van incluyendo distintos panes en cada plato que lo consideren del menú degustación. 


Situado en el bajo de una de esas horribles torres en primera línea de playa de Salinas, el sitio es precioso. Enormes cristaleras para disfrutar del mar mientras comes, tonos ocres, muy pasteleros, acorde con una de las grandes razones del local, y la suficiente distancia con el paseo de la playa para no sentirte un mono mientras te miran comer. 


Tienen varios menús, largo, corto, y uno especial los domingos. Y tienen una cosa muy buena, puedes pedir el menú corto, Olivia, y añadir alguno de los platos que te llamen la atención del menú largo, como hicimos nosotros. El menú Olivia costaba en Diciembre 75€ (ahora cuesta 80€). 


Comenzamos con unos Snacks de bienvenida. Jugo de Manzana. Para mezclar y beber. Sabe a manzana con un toque de ¿mantequilla? Muy rico.  


Lo mezclamos con Papadelta de Levadura Tostada. El mítico snack de Grefusa crujiente pero artesano. 


Para beber, pedimos albariño Pazo de San Mauro. Acidez y cítricos. Muy rico. Tienen vinos y sidra asturiana. 


Seguimos con los entrantes. Nos lo recomiendan en este orden. 


Florentina de Maíz de Gozón en Dos Texturas. Galleta de maíz crujiente, rellena de mantequilla, toque de sal. Muy elegante. 


Cannele de Burdeos con Miel del Bosque & Ruibarbo. Miel de ocalitu, un toque de ostra. Un contraste completamente distinto. Muy rico, 


Y Donuts de Sidra & Oricio del Cantábrico. El donut bien, apenas se nota el toque de sidra. Pero bien. Pero la cuchara con el oriciu es una maravilla. Explota en la boca.


Bretzel Pantry & Mantequilla de Escabeche de Pitu. El mítico pan o bollo alemán con el que todos nos alimentamos en el Oktoberfest. Pero mucho mejor, con hojaldre. Es una maravilla. Lo acompaña una mantequilla donde se nota el pitu, le da un sabor muy especial. Genial todo. 


La Cebolla en Royale con Boletus Pinicola & Tostada en un Crujiente. Para mezcla con la cuchara y disfrutar. El boletus cortado muy, muy fino, lo que le da un toque muy sutil a todo. 


La tostada es una belleza. 


Pedimos un plato extra además del menú, queríamos probamos la Centolla del Cantábrico con Huevo de Aldea (+22€). Mereció muchísimo la pena, uno de los favoritos del menú. La base es mitad yema de huevo, la otra mitad el carru y presidiendo, la centolla esmigayada y la yema del huevo para aportar crujiente. Una maravilla. 


Lo acompañan con un Brioche de Pantry, que está espectacular. No quedó nada, mojamos el huevo como si no hubiera mañana. Brioche con un toque de kamado. 


Volvemos al menú con Cigala del Cantábrico confitada con Aguacate, Hojaldre con Crema Agria e Hibiscus & Jugo de Verduras


Un plato para tomar en tres partes, cuando leí Cigada y Aguacate casi me da mal, y la verdad es que el aguacate me sobra completamente en el plato, pero ya son gustos personales. La cigala es maravillosa, suave, elegante y con sabor. 


El hojaldre es genial, puede ser el mejor sitio donde probé nunca hojaldre. Y con la crema agria le queda muy bien. Y el jugo de verduras, refresca. 


Paté en Croûte de Codorniz, Pistacho, Foie con Emulsión de Frambuesa & Enebro. Me recordó mucho a la cocina de César de Married. Muy rico, elegante, se nota la frambuesa, pero gana claramente el enebro. 


El plato de pescao fue un Salmonete Confitado con Clorofila de Pistacho con Pastel de Pescados de Roca. El punto perfecto, poco hecho y casi sin sal. La clorofila está brutal. 


Viene acompañado de un Pastel de Pescados de Roca en un Pan Suizo. Brutal. Otra maravilla de hojaldre con el toque sutil del pastel. 


Pasamos a la carne, con un plato intermedio, la Faba.. La faba que en realidad no es una faba, es una esferificación con forma de faba. El caldo es espectacular, con un toque picante. Está brutal, eh? Pero esto con faba de verdad sería un espectáculo. Viene acompañado de un Pan de Chapata al Kamado, parece na focaccia. 


La carne fue un Solomillo de Ciervo con Toffee de Ajo. Parte solo, carne maravillosa. Pero es que la reducción es increíble, muchas horas detrás. 


Viene acompañada de Sablé Bretona de Chocolate Amargo Baltic Porter, una galleta con un toque cervecero importante, se nota ese sabor a malta, que precisamente da toques a galleta. Tiene un toque salao y también, picante. 


Para los postres nos cambiamos a Tintilla de Rota de Finca Moncloa. Una maravilla de 15º, envejecida 18 meses en barricas de roble. Brutal. 


Lo tomamos con La Fresa. Distintas elaboraciones de la fresa en un mismo postre. Galleta crujiente, mezclada con nata en textura de mousse y una base de fresa densa, casi jarabe buenísima. En otro plato, una fresa osmotizada con un toque de xabú (sauco).


Haba Tonka, parece ser que es una faba que se obtiene de un árbol en la zona de la América tropical. Mezcla de sabores de canela, vainilla y almendra, y que está muy de moda en los cócteles y postres. 


Tomamos una galleta con haba tonka y un toque de orégano. Y un coctel con un toque de café y amaretto, muy rico.


Acabamos, cortesía de la casa, con Los Quesos Versión Eleonore. En varias partes. Al fondo, una copa de hidromiel, genial. Buenísima. El bombón de Queso Lazana. Espectacular. Y precioso. 


Lo tomamos con una Hidromiel noruega. Marlobobo Puffy Select. Mezcla maravillosa de dulce y ácido. Solo 114 botellas. Nos encantó. 


Mantequilla de maíz, con Pecorino Trufado. Una maravilla. 


Un Crujiente de Cheddar. Nos encantó. 


Y acabamos con una bandeja con unas galletas y Queso Cabrales. Buenísimo. 


Pagamos 229€. 115€ por cabeza. Me pareció una auténtica maravilla, el sitio es precioso, la atención precisa, y la cocina una genialidad. Distinta, con personalidad, con una presentación única, que busca la belleza, pero que en ningún momento lo hace a costa del sabor. Todos los platos tienen sabor, de una forma elegante, armoniosa. Gran sitio Eleonore. 


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