Farturruta de Cuevas a la Braña de Cuevas (o Braña Ḷḷagüeces) comiendo en la Fuyeca

Dirección: Avenida Carretera del Puerto - Balmonte - Miranda
Teléfono: 985 762 338
Instagram: [@lafuyeca] https://www.instagram.com/lafuyeca/


Calidad: 4/5
Precio: 38€


Comentarios: Visitar una braña siempre tiene algo de mágico; si vas en verano, con los animales arriba, y llena de vida, verás la perfecta harmonía entre humanidad y naturaleza; en cambio, si vas en los meses de invierno, sola, entre la niebla, el aura de lo que fue, lo que es, y lo que, puede que no sea, la acaba convirtiendo el algo telúrico, y puede, que con un toque fantasmal. 


Hoy nos vamos a conocer la Braña de Cuevas (o Braña Ḷḷagüeces como vimos escrita en varios sitios), en el conceyu de Balmonte, pero casi rozando ya con Somiedu, Tinéu y Cangas del Narcea. Tierra de osos, salvaje. Y muy desconocida. 


La Farturruta de hoy tiene casi 8kms, con 650m de desnivel. Por números puede ser un poco más dura que les Farturrutes habituales, pero se hace muy llevadera. Tardamos sobre 3h en hacerla. 


Salimos del pueblo de Cuevas, al que accedemos tras desviarnos en Auguasmestas. En Cuevas tenéis buena zona para aparcar a la entrada del pueblo. Tenemos que ir hasta el siguiente pueblo, Noceda, pero es una pista por la que solo entra un coche, y además, en Noceda hay muy poco aparcamiento. Además, Cuevas es precioso y el camino hasta Noceda es poco y merece la pena. 


Paseamos por Cuevas, muy guapo, con hórreos, paneras y casonas arregladas. 


Llegamos a las últimas casas del pueblo, y comienza un fuerte repecho. El inicio de la ruta es por pista. 


Vamos ganando altura poco a poco y dejando Cuevas atrás. 


De Cuevas a Noceda hay algo menos de 2km, y 250m de desnivel. Ya sé que es goloso hacerlos con el coche, pero no os lo recomiendo. En Noceda no tenéis sitio para aparcar, y cruzarse con otros coche en esta pista no es nada recomendable. 


Además, que es una subida preciosa, paralela al río Cuevas, que cuando fuimos bajaba con poca agua, pero que forma mini cascadas muy guapas. 


Y metidos en la magia del bosque. 


Llegamos al Lavadero de Noceda, un rincón precioso. 


Ya en Noceda, en clara cuesta, tenemos que girar por la pista a la izquierda. 


Mucho más pequeño que Cuevas, pero un paseo guapo por el pueblo, eso sí, cuesto. 


Y allí acaba la pista. Comienza un camino empedrao, precioso. 


Que nos lleva hasta la parte más alta de Noceda, con las últimas casas. 


Bordeamos la casa dejándola a la derecha, por un camino estrecho. 


Salimos de Noceda y comienza el espectáculo.


Nos tocaron los primeros colores del otoño, todavía predominando el verde sobre el ocre, pero precioso igual. 


Nos vamos encontrando con algún hórreo y casas ya abandonadas. 


Llegamos a un punto donde puede haber de duda. En camino principal sigue subiendo hacia la derecha, ya mucho más tendido, pero encontramos una desviación hacia la izquierda. En realidad, cualquiera de los dos caminos es válido. Nosotros probamos los dos, primero el de la izquierda, para después volver por el de la derecha, y hacer la ruta circular. 


Pero salvo que os guste mucho la aventura, y estéis dispuestos a ir campo a través entre cotollales, os recomiendo que vayáis por la senda de la derecha. Puede dar un poco más de rodeo, pero es mucho más cómoda de subir. 


Ya tenemos casi todo el desnivel salvao y la subida es muy llevadera. Además, caminando entre ablanos (avellanos) se hace mucho más llevadero. 


Hay partes en la que incluso se cierra creando pasadizos.


También se abre el bosque en grandes espacios y aparece la faya.


Paramos a reponer en un antiguo bebedero, por el que seguía cayendo algo de agua. 


Y seguimos disfrutando de una preciosidad de subida. 


Comienza a aparecer alguna cabaña abandonada. 


Y en seguida, se nos abre un camino de tierra amplio, ya abandonada la zona del bosque.


Nos ganar el último repecho de subida, que vamos haciendo girando en varias revueltas. Camino de tierra amplio, habilitado para la subida a la braña por los ganaderos con vehículos. 


La última parte ya es una amplia recta que se va abriendo poco a poco hasta llegar a la braña. 


El último giro ya nos deja en un claro con unas vistas a todo el valle espectaculares. En nuestro caso, la niebla le daba una épica que suplía perfectamente las vistas. 


Llegamos a la Braña de Cuevas, o la Braña de Ḷḷagüeces. Un amplio espacio, al pie del Picu La Cabra, y llena de cabañas, muchas de ellas ya abandonas, pero que nos indican de la importancia que tuvo que tener en su día. 


Muchas de ellas todavía siguen bien conservadas y en funcionamiento. 


Subimos un poco para tener una buena panorámica de toda la braña, aunque la niebla se va metiendo más y más y no nos deja ver mucho. 


Pero sin duda es un sitio que merece mucho la pena visitar. En verano y primavera lleno de vida y colores; en otoño atravesando ese bosque, y en invierno con la nieve. 


Volvemos sobre nuestros pasos, por el mismo camino de subida. Y volvemos hasta Cuevas.


Desde allí nos fuimos hasta Balmonte, la capital de Miranda, donde en la carretera general se encuentra el restaurante donde vamos a comer: La Fuyeca


Un clásico de la zona, que lleva abierto desde 1993. Famoso por su cocina casera, su cocina de caza y, también, sus croquetas. 


Según entras, zona de barra a la derecha. A la izquierda se abre un amplio comedor separado de la entrada por un biombo. Decoración clásica y cuidada. 


Pedimos de carta. Comenzamos con Media de Croquetas de Puerros con Langostinos. Y media de Croquetas de Jabalí. Cremosas, muy buenas las dos, aunque ganan las de jabalí que son excepcionales. Tienen algo más de sabor. De todos modos, nivelazo. Tenían más rellenos por probar. 


De segundo, pedimos Cabrito al Horno. Nos dicen que suele ser por encargo, pero que ese día lo había. Es un espectáculo, jugoso, tierno, muy bueno.


De postre, Tarta de Avellana y Limón. Muy rica. 


Y Barreña, postre típico de la zona. Muy parecido al requesón, pero mezclao con algo de leche y azúcar, que lo hace más cremoso. Está buenísimo. Suele venir acompañao además con miel de la zona. 


No hay ninguna referencia de vino asturiano, una pena. Para beber, agua y una copa de vino. Pagamos 75€, a 37,5€ por cabeza. Gran sitio, nos gustó mucho. 


Farturruta a una braña muy desconocida, con una buena subida atravesando pueblinos y un bosque, para abrirse paso a un claro, rodeao de picos, con unas vistas preciosas al valle. Para comer, La Fuyeca, un clásico de Balmonte que os va a encantar. 



1 comentario

ÁLVAREZ Francis dijo...

Gracias señor David Castañón por las preciosas fotos y descripción de Cuevas a su braña (tan objectivas). Desde la braña se abren unos horizontes extraordinarios. El problema es subir. Hasta Noceda el Ayuntamiento hizo esa pista muy peligrosa, si encontramos un behículo ¿qué hacemos?. Hace unos meses una señora se fue a vueltas en el pricipicio. ¿Y de Noceda a la Braña? Nos queda un sendero casi impracticable, en donde antes había un carril donde pasaban vacas uncidas; y por la pista, hecha por cuenta de un habitante de Noceda, que puedes subir bien que mal en tractor. (No hablemos del carril que va desde el Picu del Sierro (Noceda) a Vallinacente – Las Chousas, que serpentea la «regueiro» de Cuevas, competamente impracticable...!!
Yo estoy seguro que si los servicios públicos hicieran una carretera a la braña de Llagüeces, habría jóvenes que se instalarían para explotar esos tan ricos montes con una buena ganadería, produciendo, carne, queso, leche.... atrayendo un turismo montañero que no detoriaría ese balcón de la naturaleza asturiana. (Como en los Pirineos 'Alpes etc.) Seguro que todavía podríamos escuchar la canción que yo oía cuando era «guaje»:
«Braña de Llagüeces,
braña de mucha alegría,
aquí se gastan zapatos,
de noche como de día». Bien amistosamente. Francisco Álvarez