Farturruta a la Coḷḷada Ḷḷinares comiendo en el Molín d'Eloy

Dirección: Parte Alta 32, Felechosa, Ayer
Teléfono: 985 487 770 / 677 629 761


Web: https://www.elmolindeloy.com/
Facebook: https://www.facebook.com/elmolin.deeloy
Instagram: [@deloyfelechosa] https://www.instagram.com/deloyfelechosa/


Calidad: 4/5
Precio: 30€


Comentarios:  Siempre estamos buscando la Farturruta perfecta, aquella que tenga las condiciones idóneas para disfrutar del día, y, además, los elementos necesarios para ello: que sea poco conocida, y que tenga elementos diferenciadores como fayeos mágicos, saltos de agua, brañas o collaos con vistas increíbles ...  Algo icónico y reconocible para que perdure en la memoria. 


La Farturruta de hoy, si no es perfecta, se acerca. Son 10kms, con 500m de desnivel y tardamos en hacerla unas 4h. Podéis hacerla en cualquier época del año, pero en otoño y tras unos días de lluvia gana en espectacularidad. Vamos a atravesar un fayéu y a ver algún salto de agua siguiendo el curso del río. Aunque seguro que merece la pena en cualquier época del año. 


Salimos de La Pola Vieya o la Pola del Pino, el pueblo que se encuentra justo antes de El Pino. En la misma recta hay aparcamiento de sobra en ambos arcenes. 


El Río Rozaliego nos acompañará en gran parte de la Farturruta.


Un poco más adelante, se encuentra el Moyón de la Corralá, un símbolo fálico de casi 2m de altura, con leyenda incluida ya que se supone que indica el lugar donde los moros (paganos) enterraron un tesoro. 


Pasamos delante de la Iglesia de San Esteban, del SXIII, aunque muy reformada. Dentro tiene una pila bautismal del mismo siglo. 


La ruta tiene unos carteles en madera que indican toda la ruta. La forma correcta de escribirlo es Coḷḷada Ḷḷinares, pero se agradece el esfuerzo por escribirlo como siempre sonó. 


Vamos poco a poco saliendo de La Pola Vieya. 


Y comienza la ruta por pista. Un poco de borrín, los colores del otoño, humedad ... el día pintaba estupendo para caminar. 


Llaneando y sin dificultad, llegamos a la zona de la Plaza'l Corro. Nosotros a la derecha, pasando el banco.


Un conjunto de varias casas y cuadras debajo de unos peñascos. Muy guapo. Una plaza donde reunirse. 


Abandonamos la pista y comenzamos por camín


Pasamos por delante de una entrada a la Mina Noval. 


Y poco a poco vamos adentrándonos en la foz


Pasamos por Pena Mediana. 


Y un poco más arriba, entre dos penas. 


Encontramos el cartel que nos indica que entramos en el Escuyu "PorDios". Un escuyu es un escobiu, o sea, un desfiladero, que es la zona donde entramos. Aunque también puede ser un peñasco.


Nos adentramos en el escuyu y, además de comenzar un guapo repecho, volvemos a oír a cada paso con más intensidad el rugir del río. 


En medio del repecho, nos encontramos con un cartel que nos saca de dudas con el rugir del río. Pingar en asturianu es gotear, caer un líquido de forma continua. Así que Pinganón ya os hacéis una idea de lo que es. 


Vemos desde arriba el Pinganón de Castro. De muy difícil acceso. No se ve mucho con a vegetación, pero es un salto enorme de agua dividido en 2 o en 3. Y se oye, vaya si se oye. 


La vista atrás, con el repecho que acabamos de subir, espectacular. 


Y lo que nos queda todavía por delante. Con el Coalnegro presidiendo rodeado de los colores otoñales. 


Seguimos subiendo y llegamos a las cabañas de Misiegos. Primero las d'abaxo. 


Y volvemos a fijarnos en la importancia de la toponimia y el nombre de las cosas. Encontramos este cartel en la cabaña, que parece indicar el nombre de la misma. Pero un Ribayu, en lengua asturiana es un terreno muy pendiente y tortuoso. No se me ocurre mejor definición para esta subida. 


Aunque las vistas ayudan. 


Ya pasó lo peor, y la pendiente se suaviza muchísimo. 


Llegamos a las cabañas de Misiegos d'Arriba.


Donde nos encontramos un desvío al Pinganón de Ḷḷarín y la Coḷḷada Ḷḷinares, nuestro destinos final. 


Nos desviamos.


Comenzamos una bajada leve adentrándonos poco a poco en el fayéu.


Cuando llegamos al río, un cartel nos indica que un pelín más arriba, a la izquierda, está el Pinganón


Un doble salto precioso, no muy grande, pero de una belleza increíble. 


Volvemos al camino que nos bajó hasta el río, y cruzamos el rio por el puente. Nos vamos a ir introduciendo en el bosque poco a poco. 


Entramos en la zona que se conoce de Los Palombos. Otra vez más la toponimia, puede ser una zona con muchos palomos, o también una zona de vaques roxes de color muy claro. 


Un camino precioso.


Indicado en todo momento. 


Aunque los colores poco a poco se van tornando ocres, seguimos en espacios abiertos con vistas preciosas. 


Pero nos toca abandonar el camino principal para introducirnos en el bosque. 


Tranquilos, está marcado. Pero hay que estar un poco atentos. 


Tras un repechín inicial que parece sacado de El Señor de los Anillos. 


Nos adentramos poco a poco en el Fayéu de Coalnegro


Estamos a casi 1000m de altitud y en la época del años con la explosión de colores perfecta de la faya.


A veces se nos abre algún claro y nos aparece al fondo el Cuetu Santibanez.


El camino llanea, y nosotros no podemos dejar de admirar tanta belleza.


Pasamos una cabaña, se conoce por La Tabliza. 


Y continuamos por el bosque. 


Hasta que nos aparece una Cabana de Ḷḷabana (Losa) que nos indica que estamos llegando al final del fayéu. 


Entramos en la Coḷḷada Ḷḷinares. 


Abandonado ya el bosque, atravesamos las últimos escobas.


Hasta que se nos abre un claro enorme, rodeado de montañas y bosques. 


Con unas vistas preciosas. 


Y con ganao todavía arriba disfrutando de la calidad del pasto. 


Con estas vistas ponemos punto y final a la ruta. Podríamos coronar el Coalnegro, lo que nos llevaría a volver a atravesar otra parte más alta todavía del fayéu, pero ya sería para ruta con bocata en vez de Farturruta. 


Volvemos admirando tranquilamente el fayéu hasta La Pola Vieya. 


En el mismo pueblo no hay chigre, aunque por la zona ya tenéis publicados unos cuantos en Les Fartures. Nosotros nos fuimos hasta El Molín d'Eloy.


Un viejo conocido al que no volvíamos desde 2017, con una de les primeres Farturrutes


Coincidió ese fin de semana con las Jornadas del Samartín. Menú especial especial de 30€. 


Según entras, recibidor con una barra. Y a ambos laos, dos comedores, uno más amplio y otro más íntimo. El sitio es guapo. 


Uno es más informal y el otro más "puesto". 


Comenzamos por la Fabada. Muy buena, quizá un pelín dura la faba. Pero brutales de sabor. Picantina. Potada enorme, además. 


Y es que el compangu es una obra de arte. Con la morcilla pincantina, como presta tanto en la zona de la cuenca del Caudal. De 10. 


De segundo, Callos. Otra ración enorme. Bien de tamaño, tirando a grandes. Les falta picante, aunque lo puedes añadir. 


Vienen acompañaos de una fuente de patatas fritas. 


Y de postre, la Santísima Trinidad: Panchón, Casadielles y Arroz con Leche. El arroz con leche rico, sin requemar. Pero es que les casadielles son increíbles, hechas por la güela, caseras. El panchón si nunca lo probasteis, tenéis que hacerlo, está buenísimo. Y sí, se come con la mano. 


Con agua, vino, casera, cafés y chupito, salimos a 30€ por cabeza. Hacía tiempo que no íbamos, pero sigue a muy buen nivel. Raciones enormes, y comida de calidad. 


Preciosa Farturruta, con todos los ingredientes para ser perfecta. Comenzamos en un pueblo precioso, con restos celtas, saltos de agua, que son pinganonos, fayéos mágicos, y una collada, con la ḷḷ vaqueira, donde las tradiciones siguen vivas. Para comer, un clásico en Les Fartures, El Molín d'Eloy, a la altura de las maravillas que acabamos de ver. 


Después de comer, parada en Soto para admirar la torre medieval.


Original del SXI, aunque los restos que quedan en pie son del XIV. En un estado lamentable de conservación, allí nació y pasó grandes temporadas Urraca l'asturiana, nuestra ultima gran reina que luchó por la independencia de Asturies en el SXII.


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