Dirección: Calle El Ensanche, 1 - 33717 - Villayón
Teléfono: 985 625 275
Web: http://www.eltorneiro.es/
Facebook: https://www.facebook.com/eltorneiro/
Instagram: [@eltorneiro.2017] https://www.instagram.com/eltorneiro.2017/
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Comentarios: Nos cuesta poco ir a Villayón porque allí se encuentra uno de nuestros restaurantes favoritos, que es el Torneiro. Recientemente ganador del mejor Pote Asturianu, y finalista de la Mejor Fabada Asturiana, es una casa de comidas que además es hotel rural, y tiene ganadería propia de bueyes de raza casina asturiana, que también podrás probar en su restaurante.
Hoy vamos a hacer la Ruta de Champolayo, que sale del propio Torneiro. Una ruta preciosa que tiene de todo un poco, subida a un pico, con unas vistas excepcionales, tramos de bosque autóctono, paseo sobre los meandros del río Navia y finalizaremos en una cueva que sirvió de refugio durante las incursiones romanas y también durante la Guerra Civil.
La Farturruta de hoy son 11,5kms, es lineal (aunque se podría hacer circular), tiene apenas 200m de desnivel, y tardamos 4h en hacerla.
Aparcamos en el aparcamiento de El Torneiro, que después vamos a comer allí. Y si no hay sitio, muy cerca tenéis un gran aparcamiento, y si no, en la plaza del pueblo.
Si retrocedemos unos pasos, encontramos un cartel explicativo de la ruta.
La ruta se puede hacer circular, aunque habría que volver un tramo por carretera. Nosotros tomamos el camino de la izquierda, el que pasa por el Torneiro.
Salimos poco a poco de Villayón. Esas piscinas en verano son una maravilla.
Y en seguida, encontramos un desvío a la derecha del camino principal.
Este desvío nos va a llevar hasta el Pico Villayón, de 522m de altitud. Es una subidina hasta la antena que veis en la anterior foto, muy guapa y con buenas vistas. Merece la pena, pero si no queréis subir, podéis continuar sin problema por el camino principal.
Es una subidina fácil, por un camino mullido, con algo de pino y ocalito, y cuando se abre, unas vistas preciosas.
Con banco incluido.
El camino ya se abre del todo.
Y en un giro, nos va llevando directos hasta la cima.
Se llega fácil.
Desde arriba las vistas son espectaculares. Tenemos a un lao Villayón.
Y al otro, toda la costa a la altura de Navia.
Bajamos del pico, y en el cruce que nos llevaba a cima, nosotros continuamos. Es un pequeño atajo que nos lleva al camino principal original. Otra opción es desandar todo hasta el camino principal, aunque sería añadir kms sin necesidad.
El camino va llaneando, dejándonos unas vistas preciosas.
Incluso del río Navia.
Llegamos por fin al camino principal, a la altura de este banco. Nosotros descendimos del camino de tierra de la derecha desde el Pico, y ahora continuamos por la senda principal.
Continuamos por una pista cómoda, entre pinares.
Pasamos otro banco.
Llegamos a la zona conocida por Las Penas.
Y a partir de ese momento, comienza la parte más guapa de la ruta.
Salimos de los pinares, y comenzamos a llanear por un balcón precioso sobre el río Navia.
Que va haciendo unos meandros preciosos.
Además lo vemos en la zona más llena, porque al fondo está el Embalse d'Arbón.
Es precioso.
Tras pasar la zona donde vemos el Navia, seguimos bordeando el Pico Villayón.
Y comenzamos una bajada. Atravesamos lo que tiene pinta de ser un reguero que baja del pico al Navia.
Y encontramos un cartel explicativo hablando de Peña Furada.
Nos volvimos un poco locos intentando encontrar el acceso a la peña, pero al final vimos una zona a unos pasos del cartel.
Tiene un acceso un poco difícil, sobre todo si hay barro. Pero se accede a esta caminín que ya veis que no tiene problema.
Pasamos por la parte de abajo de donde bajaría el regueru que os comenté antes.
Es un paseo precioso por un bosque autóctono. Se agradece después de tanto pinar.
El espacio se abre, y aparte de ver unas vistas muy guapas, vemos por fin Peña Furada.
Una pena, como dice el nombre, furada, o sea, agujereada en asturiano.
Se puede acceder, con una pequeña trepada. Con cuidao, eh?
Dicen que sirvió de refugio en la lucha contra los romanos y también en la Guerra Civil, pero también muy utilizada por los pastores y montañeros.
Desde dentro puedes acceder, a una zona donde incluso puedes estar de pie.
Y si sigues trepando, puedes acceder a otra ventana con vistas sobre todo el valle.
Desde allí, volvemos a acceder al camino principal. Podríamos continuar por la senda, y llegaríamos a un punto donde tendríamos que andar un tramo por carretera.
Así que nosotros regresamos por la senda principal hasta El Torneiro.
Ya tenéis unas cuantas visitas en Les Fartures de El Torneiro. Mirta en los mandos de la cocina, Santi, su marido, en las chuletas de bueyes casinos de raza autóctona asturiana. En un restaurante precioso, con unas cristaleras enormes a todo el valle de Villayón.
Y en la zona superior, un hotel rural.
Precisamente, comenzamos tomando algo en la barra con un poco de Cecina propia de Buey Casín. Es espectacular. Suave y elegante, pero con mucho sabor.
Ya sentados en la mesa, Pote Asturianu, ganador del Concurso al Mejor Pote Asturianu 2024. Y sí, lo comimos en Agosto.
Y lo hicieron sin perder un ápice de identidad, utilizando la rabiza, hoja del nabo, en vez de la hoja de berza. Además, el compangu, no puede ser más occidental. Choscu, oreja y morro. Y la morcilla y el chorizo, caseros. Picantín. Denso. Maravilloso.
Seguimos con otro clásico de la casa, Repollo Relleno. De bonito. Perfecto, jugoso. Viene acompañado de patatas fritas de las de verdad.
Y acabamos con Rollo de Bonito. Que estábamos en plena temporada. Otra maravilla.
A los postres no llegamos. Bebimos una botella de Siluvio Tinto. 2022. DOP Cangas. Muy bueno, de Ibias. Fresco, con cuerpo, fue genial en toda la comida.
Pagamos 96,10€. A 48€ por cabeza. La botella de vino fueron 31,50€.
Preciosa Farturruta, muy desconocida. Subiendo a un Picu desde el que verás la costa de Navia, caminando por encima de los meandros del río Navia y el Embalse d'Arbón, paseando por un bosque autóctono llegando a la Peña Furada, refugio natural lleno de leyendas, y saliendo y llegando a uno de nuestros restaurantes favoritos, el Torneiro, ganador del concurso al mejor pote.
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