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Comentarios: Uno de los mensajes más recurrentes durante el confinamiento fue Volver al Monte y en cuanto pudimos, lo hicimos: volver al Monte para hacer una Farturruta. En esta ocasión volvimos al Monte, pero de San Feliz.
Una liada de lunes, a puerta cerrada, con bote de 50€ para cenar. Xune Andrade nos puso el menú y Sara Bajk de Coalla, los vinos.
Cuesta sacar a los cocineros de la cocina, sentarlos en una mesa, y disfrutar horas de su conversación. De cómo pasaron este confinamiento, de cómo sobrevivieron, de qué nuevos planes tienen, de si fueron capaces a crear nuevos platos, de si investigaron ... y nosotros además tuvimos el privilegio de juntar en la mesa a Xune y a Borja del Abrelatas, además de Tania del Patio de Butacas y David Remartínez.
Durante este tiempo Xune visitó bodegas en Cangas, llagares en Nava y productores ecológicos de razas autóctonas asturianas, todo con el objetivo de asturianizar lo máximo posible su Monte y de ejercer la economía local como bandera de su restaurante. Y además, modificó todo el comedor de arriba y puso una mesa enorme de unos 8m hecha con troncos de castañu.
Una mesa enorme preciosa para grupos cerrados o para compartir mesa en un concepto más informal. Es una maravilla.
Comenzamos con un Arinto dos Açores Blanco 2018. Vino de las Azores. Fresco y ácido. Perfecto para el aperitivo.
Dentro, unas Almejas con una salsina para acabar con todo el pan.
Mientras, íba haciendo el resto de la cena.
Sara nos cambió a esta maravilla. Eulogio Pomares Castiñeiro Albariño 2017. Un vino hecho en ánforas de cerámica con una producción muy limitada. Fue genial con las almejas.
Subimos al salón de arriba, a estrenar la mesa.
Tania, del Patio de Butacas, nos preparó un aperitivo con su propio vermú mezclao con sidra brut Solaya. Amargo, con un punto seco y perfecto para empezar con un par de hielos.
Probamos una de las especialidades de la casa, los Callos. Muy ricos.
Vienen con unas patatas fritas.
Llegó el momento de las Chuletas. Son de rubia gallega. Muy ricas.
Llevan un toque de ahumao, que les queda genial.
Vienen acompañadas de unos pimientos.
Y patatas fritas.
Para la chuleta nos cambiamos a Cruz Santa 2017. Vino de Tenerife, parcelario, con muy poca producción. Fresco y rico, aguantó muy bien con la chuleta.
El postre fue otra de las especialidades de la casa, Tarta de Queso. Con queso de la Peral. Espectacular. Una de las mejores tartas de queso que comí en mi vida. Merece la pena que vayáis ya solo por ella.
Con el postre nos tomamos una Botella de Sidra de Fuego de Panizales. Que va perfectamente con la tarta de queso.
Pusimos de bote 50€, el entorno, la comida, la bebida y, sobre todo, la compañía y las risas, impagable. Mil gracies por un día mágico.
Comentarios: Uno de los mensajes más recurrentes durante el confinamiento fue Volver al Monte y en cuanto pudimos, lo hicimos: volver al Monte para hacer una Farturruta. En esta ocasión volvimos al Monte, pero de San Feliz.
Una liada de lunes, a puerta cerrada, con bote de 50€ para cenar. Xune Andrade nos puso el menú y Sara Bajk de Coalla, los vinos.
Cuesta sacar a los cocineros de la cocina, sentarlos en una mesa, y disfrutar horas de su conversación. De cómo pasaron este confinamiento, de cómo sobrevivieron, de qué nuevos planes tienen, de si fueron capaces a crear nuevos platos, de si investigaron ... y nosotros además tuvimos el privilegio de juntar en la mesa a Xune y a Borja del Abrelatas, además de Tania del Patio de Butacas y David Remartínez.
Durante este tiempo Xune visitó bodegas en Cangas, llagares en Nava y productores ecológicos de razas autóctonas asturianas, todo con el objetivo de asturianizar lo máximo posible su Monte y de ejercer la economía local como bandera de su restaurante. Y además, modificó todo el comedor de arriba y puso una mesa enorme de unos 8m hecha con troncos de castañu.
Una mesa enorme preciosa para grupos cerrados o para compartir mesa en un concepto más informal. Es una maravilla.
Comenzamos con un Arinto dos Açores Blanco 2018. Vino de las Azores. Fresco y ácido. Perfecto para el aperitivo.
Dentro, unas Almejas con una salsina para acabar con todo el pan.
Mientras, íba haciendo el resto de la cena.
Sara nos cambió a esta maravilla. Eulogio Pomares Castiñeiro Albariño 2017. Un vino hecho en ánforas de cerámica con una producción muy limitada. Fue genial con las almejas.
Subimos al salón de arriba, a estrenar la mesa.
Tania, del Patio de Butacas, nos preparó un aperitivo con su propio vermú mezclao con sidra brut Solaya. Amargo, con un punto seco y perfecto para empezar con un par de hielos.
Probamos una de las especialidades de la casa, los Callos. Muy ricos.
Vienen con unas patatas fritas.
Llegó el momento de las Chuletas. Son de rubia gallega. Muy ricas.
Llevan un toque de ahumao, que les queda genial.
Vienen acompañadas de unos pimientos.
Y patatas fritas.
Para la chuleta nos cambiamos a Cruz Santa 2017. Vino de Tenerife, parcelario, con muy poca producción. Fresco y rico, aguantó muy bien con la chuleta.
El postre fue otra de las especialidades de la casa, Tarta de Queso. Con queso de la Peral. Espectacular. Una de las mejores tartas de queso que comí en mi vida. Merece la pena que vayáis ya solo por ella.
Con el postre nos tomamos una Botella de Sidra de Fuego de Panizales. Que va perfectamente con la tarta de queso.
Pusimos de bote 50€, el entorno, la comida, la bebida y, sobre todo, la compañía y las risas, impagable. Mil gracies por un día mágico.
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