Nueva Visita: Bodega Siluvio

Dirección: Cecos - Ibias
Teléfono: 985 473 285






Comentarios: Hace unos meses visitamos Siluvio, la nueva bodega de vino DOP Cangas que creó Lalo Méndez León, al que muchos conoceréis por su famosa empresa de distribución de vinos. 


Su primera remesa de vinos está a punto de salir al mercao, y me quise acercar a la Bodega para seguir muy de cerca un proyecto que creo que nos va a traer muchas alegrías a los amantes del vino en Asturies. 


Siluvio está ubicada en Cecos, un pueblo medieval precioso de Ibias. La bodega se sitúa a los pies del Palacio de Ron (sXVI) que ofrece una visión muy parecida a los chateaux franceses. 


Lalo eligió esa zona tras hacer varios estudios de temperatura y suelos. Ibias es la zona más soleada de Asturies, con una media de 5º superior a Cangas del Narcea. Su proyecto es vertical: son los propietarios del viñedo, de la bodega, elaboran su vino y lo distribuyen. 


Además, recuperar la tradición vitícola de Asturies y seguir contribuyendo a dignificar nuestras uvas es uno de los objetivos del proyecto. Actualmente en las Rías Baixas hay plantadas unas 4500 hectáreas de viñedos, y, nos comenta Lalo, entre los SXV y XIX hubo 5500 hectáreas de viñedos plantadas en Asturies, que se fueron perdiendo debido al éxodo rural y sustituyendo por plantaciones de pinos o ocalitos


Lalo plantó la finca vinícola en 1 pieza más grande de Asturies, 7'5 hectáreas. Cerca de 40000 plantas. La humedad en Asturies hace que plantar viñedos sea más complicado que en otras zonas más secas, debido a la proliferación de hongos. Si además quieres que el proyecto sea lo menos agresivo posible, requiere cuidados continuos para conseguir un viñedo sostenible. 


Como curiosidad, por la zona del viñedo de Siluvio antiguamente pasaba el río Ibias, por lo que es un sueño lleno de regodones (cantos rodados). Un sueño que drena muy bien, muy bueno para el futuro de las plantas, pero malo para que éstas arraiguen. Por eso estos primeros años hay que estar muy encima del proyecto, e incluso hubo que replantar muchas plantas. Hoy en día, atraviesa el pequeño Regueiroa que le da un atractivo maravilloso al viñedo. 


Dentro de la bodega, desde las que se aprecia el Palacio de Ron presidiendo con su grandeza, nos encontramos unas instalaciones muy modernas, adaptadas a las altas temperaturas de la zona. Por ejemplo, nada más entrar a la bodega, tienen una cámara de frío enorme para almacenar la uva recién vendimiada toda la noche para que baje la temperatura a 5º. El objetivo de tener la fruta tan fría es que no pierda aromas. 


Como os dije antes, los vinos saldrán a la venta en breve, así que pudimos probar directamente del depósito (todavía no están embotellados) lo que va a ser Siluvio: en principio, 6000 botellas de blanco y 2000 de tinto. Es un proyecto que apuesta por el Albarín Blanco como su uva de cabecera. Aunque también plantaron algo de Carrasquín, Verdejo Negro y Albarín Negro. 


Probamos su Albarín 2020, con aromas a hierba y toques cítricos en boca. 
Albarín 2020 con 6 meses en barrica de roble francés. Pierde acidez, es un vino más tranquilo, con más estructura. Y la madera se nota mucho en la nariz. Muy rico. 


Probamos también un Mencía, en este caso comprado, porque todavía no tenían uva, de una viña de 20 años y otra de 80. Tiene un 25% de barrica. Limpio. Fresco. Entra solo. 


Un gran proyecto que esperamos probar dentro de poco. Una gran inversión, mucho mimo, mucho conocimiento de alguien que vive del vino. Tenemos muchas esperanzas en Siluvio. 


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