Farturruta a la Braña de las Navariegas comiendo en la Taberna Narciso

Dirección: C/ Santiago García Fuente, 8, Samartín - Teberga. 
Teléfono: 689 961 159


Calidad: 4/5
Precio: 28€



Instagram: [@taberna_narciso_teverga] https://www.instagram.com/taberna_narciso_teverga


Comentarios: Teberga es uno de los conceyos a los que más nos acercamos de Farturruta, La combinación entre sitios increíbles que visitar y restaurantes donde comer, es prácticamente insuperable.


Hoy nos vamos en busca de la Braña de las Navariegas, un sitio mágico, que todavía sigue en uso, con unas vistas increíbles sobre toda la sierra de Sobia. Una explanada enorme, en cuesta, con cabañas y corros, en muy buen estado. Pero no solo tendremos la recompensa de la llegada, el camino que nos llevará hasta ella es espectacular, pasaremos por encima de la Cascada del Xiblu y atravesaremos parte del fayéu de Montegrande. 


Por eso, estuvimos esperando a que los colores del otoño comenzaran a despertar para subir hasta la Braña, aunque no lo pillamos todavía en su pleno apogeo. 


La Farturruta son 12kms, subiremos un desnivel de 500m y tardamos en hacerla unas 4h. Está indicada perfectamente y no tiene pérdida posible. Comparte el primer tramo con la ruta que nos lleva hasta la Cascada del Xiblu. 


Salimos del pueblo de la Foceicha. Un pueblo precioso al que ya os llevé cuando fuimos a Cueva Güerta. Aparcamos a la entrada del pueblo, y merece la pena que os perdáis un ratín entre sus casas. Ya la carretera que nos lleva hasta el pueblo es un espectáculo. 


Se forma además una laguna glaciar con el deshielo que, con el pueblo y las vistas con Peña Sobia y las Ubiñas al fondo hacen una estampa espectacular. 


Subiendo por el pueblo, nos encontramos su famoso teixo, centenario, con una corra alrededor perfecta para sentarse (y donde ya tomamos alguna botella de sidra). 


Desde allí encontramos los carteles que nos indican el comienzo de la ruta. 


La primera parte de la ruta es prácticamente llana, e incluso con algún tramo de bajada, por un camino de tierra. 


Con algún rincón perfecto para parar y disfrutar.


Y vistas a la La Viḷḷa de Su.


Al poco de comenzar pasamos  por un bebedero de vacas. 


La ruta es preciosa, pasamos entre praos con ganao, con unas vistas que harían pararnos cada dos pasos. 


Pero seguimos, y la ruta sigue ganando.


Ya os decía antes que este primer tramo es prácticamente llano, y que incluso tendríamos alguna bajada. 


Que nos va metiendo por una zona de bosque.


Para acabar cruzando, un pequeño reguero que viene del río Cuevas. 


Comenzamos a subir poco a poco. 


Y llegamos al final del tramo en común con la ruta que nos lleva al salto de agua del Xiblu. Nosotros nos desviamos a la derecha, y comenzamos la subida. Tenemos que subir todavía casi todo el desnivel. 


Todo perfectamente indicado.


Pasamos por otro bebedero. Cuidao con el barro. 


De la que vamos subiendo, nos vamos cruzando con alguna cabaña suelta. 


Alguna más abandona que otra.


Como ésta. Escondida entre los árboles. 


Salimos de la zona tapada para abrirse un claro con unas vistas increíbles. En frente, el Fayéu de Monte Grande. En otoño la gama cromática que puede alcanzar es increíble. 


Abandonamos el claro, para adentranos en el Bosque de la Braniecha. No es tan espectacular como el de Monte Grande, pero no está nada mal. 


A pesar de lo precioso del sitio, no dejamos de subir. La zona empedrada ayuda por si hay algo de barro. 


Es un tramo espectacular, con una senda bien marcada, pero que no deja de subir. 


Poco a poco vamos abandonando el bosque de Braniecha. 


Y comenzamos a oír un fuerte rugir. Es la Cascada del Xiblu, con sus varios saltos de agua, que llega a nuestros oídos con toda su fuerza. Si os acordáis, dejamos un poco más abajo el desvío que nos lleva hasta ella. 


Y si nos damos la vuelta, Peña Sobia y el Fayéu de Monte Grande. Un espectáculo. 


La subida no da tregua, pero merece mucho la pena. ¡Qué vistas! Aunque se nos vaya metiendo un poco la niebla. 


Y si nos asomamos abajo, ahí sigue la cascada rugiendo. 


Volvemos a adentrarnos en la zona de bosque. 


Ya con un desnivel mucho más relajado. Pasamos la portilla. 


Y ya entramos en la zona de la braña. Nos queda un último esfuerzo y ya llegamos. El río nos sigue en todo momento formando pequeños saltos de agua. 


Un poco más adelante tenemos que cruzarlo. Pero hay zonas con buen paso. 


Y tras una última subida. 


Llegamos por fin a la Braña de las Navariegas


El sito es mágico, y más con la niebla que comenzaba a bajarnos desde la montaña. 


Un conjunto grande de cabañas y corros. En muy buen estado, con uso. 


La mejor opción es que ganéis un poco de altura para ver toda la panorámica de la braña desde arriba con la Peña Sobia al fondo. 


Desde allí solo nos queda desandar el camino hasta la Foceicha. Una de las opciones que podéis hacer es empalmar las dos rutas, llegar al cruce e ir hasta la Cascada del Xiblu. Ya subiría la ruta unos kilómetros, así que no llegaríais pa comer en el chigre. 


Nosotros nos fuimos a comer a Samartín, a la Taberna Narciso. Fundado en 1830, es seguramente el chigre más antiguo de Asturies, pero es que además, tiene muy pocas reformas y está prácticamente igual que originalmente. 


Tras la jubilación de Narciso, su anterior dueño, volvió a reabrir sus puertas tras la pandemia de la mano de Jose Caja, o Jose Lata (conocido por los antiguos bares que tuvo en Uviéu). A poco que conozcáis a Jose, sabréis que llena de vida cultura cualquier cosa que toca, y en seguida comenzó a organizar conciertos, cuentacuentos, proyecciones, debates ... en el chigre, llenando de vida Teberga, sobre todo en los meses más duros del invierno. 


Con una agenda cultura que ya quisieran para sí muchos sitios céntricos y urbanitas, Jose mes a mes programa actividades para todos los publicos, con artistas locales y también internacionales. Es una pasada ver giras de grupos que paran en grandes ciudades y ... en Teberga. 


Además da de comer, y mantiene el plato típico de la Taberna Narciso de siempre: los torreznos. Además comes en largueros donde compartes mesa, y sin manteles. Mesas con mucha historia, y que, con ese formato, ayuda a que sigan perviviendo. 


Fuera tiene una pequeña terraza. Aviso, reservad. De fin de semana, se suele llenar. 


Comimos 3 personas, todo al centro para picar. Comenzamos con un poco de Chorizo Picante. Casero. Espectacular. 


Seguimos con una Ensalada de Afuega'l Pitu. Muy rica. Con buenos trozos de queso, nueces, lechuga y manzana. 


Carne Guisada. Buena carne, buen guiso, con una salsa muy rica. Un plato sencillo pero que nos encanta. 


Y la estrella de la comida fue la Panceta de Gochu Asturcelta. Con un huevo poché. Para mezclar todo. La salsa brutal, la panceta espectacular. 


Muy bien el pan, por cierto. 


De postre, casero, Mousse de Chocolate con Avellana. Con base líquida. Muy rico. 


Y Tarta de Manzana. Muy rica también. 


Para beber, Siete Vidas, Parcelas Singulares 2021. Vino DOP de Cangas, de Bodega Vidas. Elaborado a partir de un coupage de 3 vinos monovarietales: albarín negro, carrasquín y verdejo negro. Cada vino monovarietal se elabora por seraparado. El albarín negro y el carrasquín se fermentan, además en madera; y posteriormente los tres tienen una crianza en barrica de roble. Huele, sabe, es elegante, aguanta en boca, pero no pierde la frescura. Nos encantó. 


Pagamos 85€. A 27€ por cabeza. Un sitio histórico, maravilloso. 


Preciosa Farturruta. Partimos de un pueblo precioso, con unas vistas increíbles. Pasamos por un fayéu y cuando salimos al claro, vemos otro, uno de los más espectaculares mientras sentimos el rugir de uno de los saltos de agua más conocidos de Asturies. Para acabar en una Braña que se conserva muy bien, con ese toque mágico que nos dan los sitios donde tantas cosas pasaron y unas vistas que se quedarán en el recuerdo. Para comer, quizá el chigre más antiguo de Asturies, que se conserva casi intacto, pero con savia joven nueva que le está dando una nueva cultural maravillosa. ¡Ah!, y donde vas a comer genial. 




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