Dirección: A Estierna - Ibias
Teléfono: 985 818 707
Calidad: 4/5
Precio: 47€
Precio: 47€
Anterior Visita: https://www.lesfartures.com/2024/10/nueva-visita-tixileiro.html
Web: https://tixileiro.com/
Facebook: https://www.facebook.com/nucleoruraltixileiro
Instagram: [@Tixileiro53] https://www.instagram.com/Tixileiro53/
Facebook: https://www.facebook.com/nucleoruraltixileiro
Instagram: [@Tixileiro53] https://www.instagram.com/Tixileiro53/
Comentarios: Siempre que vamos de Farturruta hay un componente místico, casi mágico, de unión con la naturaleza, y también con nuestros antepasados. A ello siempre contribuye Javi Solis, que nos ilustra con historias y leyendas de cada zona, para involucrarnos más, si cabe, en esa mágica unión.
Nos vamos a Ibias, a uno de nuestros sitios favoritos, al Tixileiro, punto de partida, de llegada, y de comida de esta Farturruta. Vamos a visitar Il Corralín, un pueblo mágico, perdido entre la nada, con una única habitante, Francine, que vive sin electricidad y en completa armonía con la naturaleza.
La Farturruta es de 7,5kms, comienza con una fuerte bajada hasta río, subida hasta Il Corralín, y, a la vuelta, otra bajada al río, y la subida de vuelta. En teoría serían 250m de desnivel, pero tenemos que multiplicarlo por 2. 500m de desnivel. Y tardamos en hacerla 2h y media. Es una farturruta por caminos cómodos y fáciles.
Comenzamos en A Estierna, en las instalaciones del Tixileiro, donde aparcaremos el coche. Tiene en frente un amplio aparcamiento.
Damos un paseo por A Estierna. Pueblo precioso, tierra de tixileiros, los que elaboran las tixellas, vajillas de madera que iban vendiendo por toda la península.
Atravesamos el pueblo y entramos en un sendero accesible, que no es accesible. Ni se os ocurra meter por ahí una silla de ruedas o un carricoche.
Es un paseo llano, precioso.
Que nos lleva hasta el campo santo, con una pequeña capilla.
Que podéis fisgar por dentro.
Seguimos por la senda principal, y llegamos al Pousadoiro.
Un balcón enorme, precioso. Dicen que es el sitio perfecto para avistar osos, nosotros no vimos ninguno, pero sí que os recomendamos ir al atardecer y permanecer en silencio. Es una maravilla de sitio.
Zona aurífera. Ya desde los antiguos ástures. Fue uno de los objetos de deseo más importantes de los romanos, que con la fuerza del agua, canalizando el rio y haciendo pequeños embalses.
Y desde allí vemos nuestro destino, Il Curralín.
Solía haber un cartel, pero lo encontramos tirao en un lateral. Desde el Pousadoiro, lo que tenemos que hacer es bajar hacia la izquierda. Es un camino evidente.
Es una bajada de 250m aproximadamente de desnivel hasta el río Ibias.
Una bajada preciosa, entre castaños y carbayos (robles). Preciosos. Estamos muy cerca de la reserva natural de Munieḷḷos, uno de los lugares más espectaculares de Europa.
Bajamos en zig zag, durante 1,5km aproximadamente. Posteriormente, lo tendremos que subir.
Llegamos hasta el puente que cruza el Río Ibias.
De madera, pero tranquilos, que resiste.
Como llegamos al punto más bajo de la ruta, ahora nos toca ganar desnivel.
Aunque mucho menos del que venimos desde el Pousadoiro. De hecho, si nos damos la vuelta vemos desde el alto del que venimos. Eso sí, luego hay que volver.
Al poco ya comenzamos a encontrar alguna cabaña, o lo que queda de ella.
Y nos adentramos en un bosque, tras cruzar un puente de madera.
Hay un cartel de propiedad privada, pero ni caso, el camino es una servidumbre de paso.
Tras una pequeña subida llegamos a Il Curralín.
Un pequeño conjunto de cabañas, donde vive Francine Marcelle, una francesa que lleva más de 15 años viviendo en Il Curralin sin agua ni electricidad, en perfecta armonía con la naturaleza.
Una amante de la naturaleza, con la que es un placer tener una buena charla allí sentaos, admirando la belleza del lugar.
También visitamos la Capilla, que se quemó en los años cincuenta y la restauraron los habitantes del lugar. Y donde se sigue celebrando una guapa romería en honor a San Miguel, el patrón de Il Curralín.
Dejamos a Francine y subimo al Curralín alto.
Lo encontramos en seguida, un conjunto de cabañas, muy bien cuidadas y con huerta.
Tiene un pequeño puente de madera
Que tras cruzarlo accedemos a un antiguo molino restaurado.
No seguimos subiendo. Volvimos por nuestros pasos, bajamos de vuelta dejando atrás Il Curralín, cruzamos el puente sobre el río Ibias, y subimos por el bosque del Pousadoiro en un fuerte repecho, hasta que llegamos de vuelta hasta El Tixileiro.
El Tixileiro es un núcleo rural, que tiene hotel y apartamentos rurales, con piscina cubierta y spa. Y además, un restaurante donde vas a comer y beber de lujo.
Zona de paso y zona de encuentro, ambiente de chigre en la planta baja, con zona de juegos.
Tienen una terraza preciosa, con toldo y parra.
En la parte posterior, zona de tienda, con productos frescos y una buena selección de productos locales, desde libros, souvenirs, y, sobre todo, vinos.
Tiene una colección de vinos de la zona muy importante, y una selección de vinos de fuera a muy buen precio.
En el piso superior, un amplio comedor con cristaleras. El sitio es muy guapo.
Para comer, tienen una pequeña carta, donde van introduciendo productos de temporada.
Nosotros nos pusimos en manos de Jose. Comenzamos con unas Anchoas del Cantábrico elaboradas en la casa. Sí, las despeinan ellos, a manos, en el Tixileiro. Buenísimas. Con aceite del bueno, además.
Seguimos con Fritura de Calabacín de Ibias. Con crema de Pedro Ximenes y Alioli. Brutal, crujiente, con ese toque entre dulzón y ácido de la salsa.
Y acabamos con Los Callos de Esperanza. La madre de Jose. Muy buenos. Buen tamaño, más grande de lo habitual, picantinos, pero sin pasarse. Y con mucha gelatina. Maravillosos.
Vienen acompañados de patatas fritas. De verdad.
De postre, Arroz con Leche. Requemao. Muy rico. Lo compartimos.
Para beber, vino de Ibias. Viña Áurea. Blanco Verdín 2023, que es como se conoce en Ibias al Albarín blanco. Frescura, acidez y fruta blanca. Muy rico.
Y Jagatas 2020. De Bodegas Margón. Con Sara González al frente. Prieto Picudo, con 24 meses en barrica. Muy rico.
Pagamos 93€. A 47€ por cabeza. Cierto es que tomamos dos botellas de vino. Normalmente sales a menos por cabeza.
Una Farturruta por una zona muy desconocida de Asturies, con un paisaje conformado por la extracción de oro, atravesando bosques de cuento, llegando a un pueblo abandonao donde se mudó una sola persona para vivir en soledad, en armonía con la naturaleza y comiendo en un restaurante maravilloso donde podrás olvidarte del mundo y conocer un poco su entorno a través de sus vinos y su gastronomía.
No hay comentarios
Publicar un comentario