Dirección: Fano - Xixón
Teléfono: 985 136 456
Web: http://www.restaurantelatabla.com/
Facebook: https://www.facebook.com/restaurante.latabla
Instagram: [@restaurantelatabla] https://www.instagram.com/restaurantelatabla/
Anterior Visita: https://www.lesfartures.com/2023/05/la-tabla-international-cider-summit.html
Calidad: 5/5
Calidad: 5/5
Precio: 108€
La Tabla es una preciosidad de restaurante a las afueras de Xixón, en Fanu, justo en frente del Llagar Menéndez. Uno de los mejores sitios para celebrar una boda o un evento especial, con un espacio especialmente reservado para ello.
Y el edificio principal, el clásico, el de siempre, completamente reformado hace poco. Hay pocos sitios tan guapos en Asturies.
Pero es que además vas a comer como en muy pocos sitios, y beber ni te cuento, porque La Tabla cuenta con una de las mejores, o incluso puede que la mejor, bodega de la zona norte de la península.
Un gran olivo presidiendo el salón central, con una iluminación por y para lo que vas a comer y beber. Mantienen la chimenea de la que estoy tan enamorao, y es que La Tabla fue el primer homenaje gastronómico de Les Fartures, en 2007, es un sitio al que le tengo un cariño especial y que me acompañará siempre.
El salón quedó precioso, pero la atención de David y su equipo es la misma de siempre, magnífica. Pedimos su menú degustación largo, Menú Paraíso. A 85€ sin bebida. Tienen otro más corto, Fomento, a 73€. Y también tienen carta.
Para beber, ya os dije que nadie tiene esa bodega. Tienen los mejores vinos del mundo, y aquí ya entra lo que tú quieras pagar y explorar. Lo mejor siempre es ponerte en manos de David, que es una de las personas que más saben de vino. Pero es que además, en su carta de vinos, lo primero que te encuentras es sidra y vino asturiano por añadas. Y eso, no pasa en ningún otro sitio, ni siquiera en estrellas michelín.
Nosotros pedimos un Emplazamientos Ispania La Jatera 2016. O lo que es lo mismo un Nibias 2016. Seguramente uno de los mejores vinos blancos asturianos nunca hechos. Última añada que se elaboró, albarín blanco, 24 meses en barrica de roble y que mantiene todavía una frescura increíble. Tiene acidez, cuerpo, es untuoso, va perfectamente con lo que le eches. No sé las botellas que quedarán, pero si podéis, probadlo.
Comenzamos los aperitivos con Mantequilla de Adobo. Sabor brutal a adobo, con una textura muy cremosa. La contrastan con un punto de sal. Buenísima.
Crema de Coliflor con Crocanti de Almendra. Una crema densa con sabor sutil a coliflor, por encima el crocanti, que aporta textura y sabor. Muy rico.
Salmón Ahumado con Vinagreta de Zanahoria. Un bocao buenísimo con un buen trozo de salmón, escabeche de zanahoria, rábano y quesu Varé. Genial combinación.
Papada Adobada. Tupinambo y Yema de Huevo. Muy efectivo, y buenísimo de sabor. El tupinambo como si fuera la clara del huevo, y en el centro la yema. Para romper, mezclar y disfrutar. La papada está increíble.
Con el siguiente plato nos trajeron Molino de las Haciendas. Homenaje a Juan de Clara. Compraron una bota entera de oloroso con una crianza mínima de 80 años y van embotellando poco a poco para que lo vayamos probando.
Intensidad brutal. Y fue genial con el siguiente plato. Quién lo iba a decir.
Nuestra Versión del Pote Asturianu. ¿Pote y oloroso? Pues fue genial, intensidad con intensidad. La versión del pote de la Tabla es una emulsión de pote, con licuao de berza, crema de patata. Y tiene un puntazo picante, brutal. Sabe a pote, y de los buenos. Nos encantó.
Seguimos el menú con un clásico que no puede fallar, Caramelo de Morcilla en Jarabe de Vino Tinto. Necesito comerlos cada cierto tiempo porque son una maravilla, crujientes por fuera, cremosos por dentro, con el crema de morcilla por fuera. Sabor potente, distintas texturas. Es una maravilla. Y los lleva acompañando desde el principio.
Croqueta de Chocho de Tineo con Manzana. Otro bocao delicioso con una intensidad de sabores y contrastes maravilloso. Crujiente por fuera, por dentro, cremosidad con sabor fuerte a Choscu, y coronando, una crema de manzana asada. Muy rica.
Crujiente de Manitas de Cerdo y Queso Varé Cabra Leche Cruda. Último bocao antes de los platos, masa crujiente, por dentro un caldo denso, gelatinoso, de manes de gochu. Por fuera, coronando, queso varé. Otra maravilla de combinación.
Pasamos a los platos. El pescao del día que nos tocó fue la Corvina. Lomo de Corvina. Punto perfecto, lleva manzana osmotizada, calabacín y huevas de trucha. Para qué necesitas grandes elaboraciones cuando tienes esta maravilla en el plato.
La carne fue un Meloso de Jabalí Guisao. Con chirivia, orejones y castañas. Base de crema de chirivia, que le da mucha frescura. Encima jabalí desmenuzao, y por encima, su propio guiso, buenísimo, con un toque picante. Y rodeando, los orejones y la castaña, que además está salteada con guindilla. Buenísimo.
Para los postres, nos trajeron Hidromiel Moncalvillo Meadery Nº5. La anterior vez probamos la Nº3. Proyecto de los hermanos Echapresto (Estrella Michelín en Venta Moncalvillo). Esta vez la hidromiel es de alta montaña, y tiene un sabor increíble. Hidromiel pero como si fuera un palo cortao. Mieles de brezo, calluna y toques de mielatos, maceración con nueces verdes durante 5 meses, crianza en barrica de roble francés. Completamente distinto. Nos encanta.
Lo tomamos con su Tarta de Queso 3 Leches de Pría. Está buenísima, distintas texturas, por dentro casi se deshace y tiene una intensidad, hasta con toque picante, maravilloso. Tarta de queso de las buenas. Había otro postre más, pero dijimos que por favor no lo sacaran, que no podíamos más.
Para les llambiotaes, nos trajeron Olivia. Del Llagar Panizales. Mezcla sidra de hielo con sidra de fuego, una combinación entre dulce y ácido que va perfecto con cualquier queso y cualquier postre. Muy rica.
La tomamos con les Llambiotaes (¿Golosina? en castellano). Bombón de Lima. Bombón crujiente. Churro relleno de chocolate. Y Tarta de queso.
En total pagamos 216€ (el vino fueron 38€). A 108€ por cabeza. Siempre hay que volver a La Tabla. Un sitio maravilloso, con una nueva decoración que lo mejora todavía más, con la misma atención cuidadísima de siempre, y una cocina que puede competir con los grandes. ¿Los reconocimientos? Llegarán, sin duda. Pero la mejor recompensa es ver cómo se sigue dándonos tanta felicidad. Uno de los grandes.
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