Farturruta a la Braña de Pedroso comiendo en el Mikelo

Dirección: Santantolin -  Ibias


Facebook: https://www.facebook.com/Bar-Mikelo-Ibias/
Instagram: [@barmikelo.ibias] https://www.instagram.com/barmikelo.ibias/


Calidad: 3/5
Precio: 20€


Comentarios: Sabéis que nos encanta ir a conocer Brañas, además de porque suelen estar emplazadas en lugares muy bellos, por lo que representaron y, en menos casos de los que no gustaría, por lo que siguen representando. Una forma de vida durante siglos que conformó nuestra forma de ser y nuestra de vivir. 


Una de las brañas más espectaculares que vi nunca, por no decir la más espectacular, es la Braña de Pedroso. Mimetizada completamente en el entorno, casi que si no lo sabes puede que pase desapercibida en el paisaje. Aprovechando al máximo los recursos que tiene alrededor, y guarecida de los vientos en el sitio, a priori, menos ideal para vivir, pero que, ahí sigue, con el paso de los años. 


La Farturruta a la Braña de Pedroso es de 13kms, tiene 600m de desnivel y tardamos en hacerla 3h y media. Es un poco más exigente que las habituales, pero merece muchísimo la pena. 


Aconsejamos hacerla con el día despejado, puede ser un sitio donde te pierdas fácil con la niebla. Suele pegar el sol, así que llevar buenas provisiones de agua (y sidra) y gorra. 


Salimos del pueblo de Seroiro, muy cerca de la capital de Ibias, Santantolín. A la entrada del pueblo tenéis varias zonas para dejar el coche. 


Nosotros preferimos dejar el coche cerca de la carretera general para no quitar aparcamiento a los vecinos del pueblo. 


Nos tocó una pequeña subida ya de inicio para llegar al pueblo. Pasando por la casa del Meirazo, de principios del SXX. Con escudo propio. 


Pasamos debajo de unas viñas, que además dan sombra.


Poco a poco vamos abandonando el pueblo, y pasamos por delante de la antigua escuela parroquial. 


Que están en un estado de abandono total. Aunque la casa se ve rehabilitada. 


Abandonamos Serorio y comenzamos a llanear por pista. 


Es el antiguo camino a Valdebóis, según nos cuentan en el pueblo. 


La niebla se va levantando y podemos apreciar la inmensidad del Valle del Río da Biouga, que podría traducirse como "la corriente de las dos aguas". 


Vamos bordeando el monte, a veces atravesando algún pequeño regato que baja hasta el río. 


Alternando alguna zona con sombra. 


Pero, en general, siempre pegando el sol.


Si echamos la vista atrás, todavía vemos que no acabó de levantar la lengua de niebla.


En los primeros 5kms, apenas subimos 200m de desnivel. 


Es un paseo precioso, y muy cómodo. 


Pasamos por delante de 2 cortinos en la ruta, en pie.


Y en funcionamiento. Es una zona osera. 


El segundo lo encontramos al poco. Completamente mimetizado con el entorno. 


De hecho, seguimos caminando, y desde el frente, apenas se distingue. Éste ya está en desuso. 

Seguimos en ruta. Y en breve encontramos el único punto que puede llevar a confusión. 


Hay una bifurcación. Si seguimos recto, llegaríamos a Valdebóis. Nosotros tomamos la desviación de la izquierda. 


Y sí, a partir de ahí empieza la parte más dura. 


En apenas 1,5km, tenemos que subir unos 530m de desnivel. 


Cuando echamos la vista atrás es una maravilla ver todo el valle.


El sol pega de justicia, y la cuesta es empinada, pero ya vamos viendo el pedrero donde está la Braña al fondo. 


Aunque ya veis, que de pizarra por la zona van sobraos. 


Pasamos una portilla, que indica que ya estamos cerca de actividad ganadera. 


Y continuamos subiendo. 


Al poco, ya vemos aparecer al fondo algo que apenas se distingue entre las piedras.


Y según nos vamos acercando, comprobamos que es la braña. 


Unas cabañas perfectamente mimetizadas en el entorno, elaboradas con la pizarra que tanto abunda en la zona, y al resguardo de los fuertes vientos de la zona. 


Es una braña de buen tamaño, con la mayor parte de las cabañas bien conservadas y en uso. De hecho, un poco más arriba está el chao donde suele pastar el ganao, con un lago artificial. 


Tras la botella de sidra y recorrer todos los recovecos, solos nos queda volver hasta Seroiro. 


Bajando, disfrutando de las vistas. 


Para comer, en otres Farturrutes os hablé del Tixileiro o Casa Sidrón. Nosotros nos fuimos a picar algo a Mikelo, que ese día de noche ya íbamos a cenar en el Tixileiro. 


Está situado al lao de Santantolín, tiene una amplia terraza, otra cubierta y al fondo, barra con varias mesas para tomar algo. Tienen 4 o 5 cosas, y puedes pedir bocadillos y hamburguesas, pero está bien para tomar algo y salir del paso. 


Es un sitio para picar algo informal. Pedimos unas Croquetas. Caseras. Ricas. 


Una Tabla de Embutidos


Y unas Patatas 4 Salsas. 


Tienen todos los vinos de la zona, para chatear y para pedir (y comprar) en botella. Nosotros tomamos agua y alguna cerveza con limón, que nos quedaba de noche un buen espectáculo. Pagamos en total 37€. A 19€ por cabeza. 


Una de les brañes más espectaculares que vimos, llevábamos años detrás de ella esperando las condiciones idóneas para ir a visitarla. Es una subida más dura de a las que os tengo acostumbraos, pero merece mucho la pena. Una maravilla la Braña de Pedroso. Y El Bar Mikelo es un buen sitio para tapear algo, aunque en la zona tenéis restaurantes de primera. 



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