Ecomuséu Samuñu - Destino a los 5 Sentidos

Dirección: Estación El Cadavíu, Ciañu, Llangréu
Teléfono: 984 082 215


Web: https://ecomuseo.ayto-langreo.es/
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Comentarios:  Hace unos meses vivimos una experiencia fantástica en el Ecomuséu de Samuñu. Para quien no conozca esa maravilla, en el valle de Samuñu, en Ciañu, se encuentra uno de los pozos mineros más guapos de Asturies, el Pozu de San Luis. 


Cerró definitivamente en 2002, y en 2013 se abrió como museo minero dejándonos uno de los patrimonios industriales más guapos que se pueden visitar. El recorrido consiste en salir de la estación de tren del Cadavíu, montar en un tren minero que te hará un recorrido por el valle de Samuñu para adentrarse en el Socavón Emilia y dejarte a 32m de profundidad en una verdadera mina. 


A través de un ascensor que recrea una jaula minera, ascenderemos al Pozo de San Luis, uno de los pozos más guapos, declarado Bien de Interés Cultural en 2013, con una estética que se conserva perfectamente con un estilo modernista y toques de art decó. Allí continua la visita conociendo la Casa de Máquinas, los Aseos, la Lampistería … 


Bueno, pues con estas instalaciones tan maravillosas, el Ecomuséu de Samuñu, Turismo Llangréu, con Aida Antuña a la cabeza, en colaboración con Aitor Luis Vega y un servidor, organizamos una vuelta de tuerca a esta visita añadiendo el valor añadido de la gastronomía, y además, la gastronomía local. 


Unimos a un conjunto de jóvenes productores, elaboradores y cocineros del conceyu de Llangréu que representan el futuro (y el presente) de esta tierra. Acabada la minería, y convertida en un museo, con todo el sufrimiento y las reconversiones fallidas históricas que eso supuso, los jóvenes están dando luz a un sitio que la creencia popular determinó deprimido. Y no nos olvidemos, sin lo uno, sin ese pasado industrial, sin ese asociacionismo, sin esa lucha obrera, la determinación que muestran estos productores de apostar por su casa, con muchas dificultades, no sería posible. Unir lo viejo y lo nuevo, rindiendo homenaje a los que fueron, para crear nuestro propio futuro. 


Así creamos un recorrido piloto, que se irá puliendo, que se abrirá al público para que también lo pueda disfrutar. Juntamos a una serie de amigos, autoridades y personalidades para que disfrutaran de la experiencia y nos dieran su parecer para ir mejorándola. 


Nos reunimos en la Estación de El Cadavíu, donde nos recibió Fran del Llagar Viuda de Angelón con dos sidras espumosas. Fran fue la excepción, el único no llangreánu, pero es que su producto es único y excepcional, y en Llangréu no tenemos ningún producto similar. 


Probamos su Sidra Pomar Rosée y su Sidra Espumosa Ecológica Angelón. Sidras espumosas dulces, la primera rosada, elaborada con segunda fermentación en depósito infusionada con la propia pulpa de la manzana para que adquiera el color de forma natural; y la segunda una sidra espumosa dulce, pero equilibrada, y con certificado de ecológica. Ambas perfectas para brindar.


Tras el primer brindis con sidra, Laura y Rubén de Migaya, llangreanos los dos, nos recibieron con una pequeña llambionada que nos esperaba dentro del casco minero que nos teníamos que poner para comenzar la visita. 


Rocas, el homenaje al bombón tradicional que hacen mezclándolo con todo tipo de sabores: barquillos, arroz con leche, café, tarta de queso ...; y Chaponas, la recreación en forma de galleta de chocolate de la famosa escultura de Xixón. 


Sentados en el tren, comenzó un viaje mágico hasta las entrañas de la tierra, pasando por el valle de samuñu, con las últimas luces del día. Entrar en una mina tiene siempre algo de claustrofóbico, a pesar que se haga en un tren con todas las medidas de seguridad. Notar cómo se entra en la más absoluta oscuridad, en un espacio reducido, con el traqueteo del tren como único sonido retumbando dentro del casco. 


Dentro, ya muy dentro de la mina, el túnel se empieza a ensanchar y el tren se detiene. Nos esperan las guías, para contarnos la historia de la mina, y enseñarnos cómo se extraía el carbón. 


Avanzamos unos pasos, y nos espera un espacio amplio, iluminado con una mesa de quesos de Aitor Luis Vega, que continuó el negocio de su padre, especializándolo en quesos con su pequeña tienda en la plaza de abastos de La Felguera como centro neurálgico. Ahora, ya no hay evento, celebración o restaurante sin sus quesos. Aitor ayudó a elevar nuestra cultura quesera, y a poner los quesos asturianos a la misma altura que los mejores quesos del mundo. 


Para acompañar los quesos, Javi del Llagar Alonso, estuvo echándonos unos culetes. A pocos metros del Ecomuséu, Javi tiene el único llagar de sidra de Llangréu. Pequeño, pero que no para de crecer, y que aúna a la perfección la tradición con la juventud, ya que es uno de los llagareros más jóvenes, y que, a su vez, ofrecen una sidra de mejor calidad de todo Asturies. 


Además, anexo al llagar se encuentra su Chigre-Tienda. Donde vais a comer de lujo. Mary, su madre, cocina de lujo. Es, sin duda, una de las mejores sidrerías de Asturies, con el lujo de contar, además con su propia sidra. Y a muy pocos metros del Ecomuséu, la combinación perfecta. 


Tras agotar las existencias del queso y de la sidra, subimos a través de un ascensor a la superficie. Y aparecemos en el Pozu de San Luis, una preciosidad, de día o con la iluminación nocturna. 


Allí nos esperaban los Gaiteros del Carbón, con su director, Pablo Carrera, a la cabeza. Para sentir el Santa Bárbara Bendita. Emocionante. 


Pasamos a la gran sala de máquina, un espacio enorme, donde ahora también se celebran eventos. Allí nos esperaba Judit, de AsturSabor, para que probáramos sus conservas hechos con razas autóctonas asturianas. Judit comenzó su negocio en Valnalón (Llangréu) y está en proceso de mudanza a un espacio más grande en Les Regueres. También probamos sus empanadas, que son excepcionales. Y el cochinillo no lo trajo, pero tenéis que probarlo. 


También nos hizo varios platos Julín, de La Raíz 15, el restaurante situado sobre el Valle del Candín, con vistas también al Pozu Mosquitera. Famoso por sus croquetas y su arroz con pitu, pero por muchos más platos que tendrás que ir a descubrir allí. En entorno y la comida lo merecen. Allí pudimos probar sus famosas croquetas y su arroz con pitu. 


Para beber, cerveza. Llangréu es un caso único en Europa, ya que tiene 3 fábricas de cerveza en el conceyu. Y un elaborador nómada más. Contamos con las dos principales: Asturias Brewing Company y Caleya


Caleya representa además un caso de éxito enorme, siendo una de las principales fábricas de cerveza artesana en la península y vendiendo cerveza en Europa. 


Salimos de la sala de máquinas, y nos fuimos hasta la Lampistería. El sitio donde los mineros recogían su lámpara de mina a través de un ventanucu, la diferencia es que en vez de recoger la lámpara, recogimos una Casadiella Minera elaborada por Alberto Ojeda, de Confitería Albert


Una casadiella con hojaldre de carbón activo, cremoso de nuez y ganache de anís verde. Con un vaso de chocolate. Y la inestimable ayuda de Diego García, de El Pintu


Todavía nos quedaba una última sorpresa. Pasamos a la sala de aseos, el antiguo vestuario donde se duchaban los mineros. Ahí nos recibió Sergio de GinKiber con su Ginebra, que destila en Valnalón (La Felguera). Pero que además nos presentó el primer ron destilado en Llangréu, y que sacará en los próximos meses al mercao. 


Acompañada de una actuación musical. 


Solo nos quedaba volver a bajar por el ascensor a la mina, y volver en el tren a la estación de El Cadavíu. Allí nos volvían a esperar los Gaiteros del Carbón para despedirnos con el "Asturies, Patria Querida". Un broche de oro para una jornada muy especial. 


Talento de la cuenca minera. La utilización de un espacio que tanto dio y tanto quitó, convertido en museo, y que nos sirve para acercarnos un poco más a la cultura que impregnó el carácter de sus habitantes: duros y solidarios. Una oportunidad para conocer lo que fue, pero también cómo sus hijos y nietos están buscando llevar esos valores a la gastronomía llangreana, muchas veces olvidada y nunca suficientemente conocida. Esperemos que la iniciativa se consolide y se abra a todo el mundo, es una maravilla, y es muy necesaria. Desde aquí agradecer al Ecomuséu de Samuñu, a Turismo Llangréu, y en especial a Aida Antuña; y a Aitor Luis Vega por ponerlo en marcha. 


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